Realmente nunca me di cuenta de lo importante que eras. A veces, serio tanto como aquel policía que eras y a veces tan tierno como el gran abuelo que nunca dejaras de ser.
Todo tu, un ejemplo por seguir, repetías que “el honor no se recupera una vez perdido”. Nos contabas, a mi hermano y a mi, historias que por más que suenen fantásticas eran creíbles.
A veces, hoy en día cuando tengo que hacer algo arriesgado, no solo lo hago por mi, lo hago por ti, por que tu lo hubieras hecho, por que para ti no había un camino difícil, por que tu eres mi ejemplo, ejemplo de ejemplos
Te criaste muy cerca del mar, sintiendo sus brisas y viendo los barcos llegar.
Hoy gracias a una amiga, me doy cuenta de lo importante que eres, de que luchas hasta el último momento y que seguiré tu ejemplo hasta el día en que me maten.
Descansa en paz, Jorge Pimentel, mi querido y honorable abuelo ejemplar.
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