Quisiera lograr tener los apuntes precisos que me ayuden a convencerme, y a darme cuenta, de por qué las cosas que sucedieron tenían que suceder tal cual como fueron.

Quisiera lograr armar el mapa de sucesos, donde los caminos que se reflejen en él, muestren claramente que el destino que se trazó era exactamente al que tenía que llegarse.

Pero lamentablemente, de lo único que puedo darme cuenta, es que mi anhelo no es más que la triste expresión del remordimiento y el dolor que han decidido expresarse momentaneamente esta noche, las cuales me enrostran que nada saco con justificar.

Que más me vale llorar, para que la sal de mis lágrimas quemen un rato por fuera y no por dentro. Y que una vez más calmado, me recueste a dormir y seguir mi vida un rato antes de la siguiente visita.