Mucha gente no desescala y sigue confinada como en fase cero por miedo cerval, que roza la psicosis.
El lunes empezamos en Galicia la fase 2 pero a los timoratos, vencidos por el pánico, les da igual.
Sus razonamientos son los que siguen:
No tomo café en una terraza porque a saber qué nivel de desinfección tiene la taza servida por el camarero , que no se cambia el guante con cada cliente.
No paseo por la ciudad y prefiero hacerlo por senderos menos transitados, huyendo de los posibles portadores.
Por supuesto, no voy a comer a un restaurante.
Ni a la peluquería, ni al podólogo, ni a las boutiques...
Ni a bodas ni a funerales.
Ni quedó con mis amigas.
Ni voy a Misa, claro que ya no iba antes de la pandemia.
¡Que no! Que no desescalo y me quedo en fase cero.
¿ Que si voy al cine contigo a ver " Encuentros en la tercera fase", que la reponen?
Ni lo sueñes.
Estoy en plan desencuentros y no desescalo, que no.
Solo haré excepción el 25 de mayo. Cita a ciegas con el psiquiatra, que , cortésmente, me atiende por teléfono.
Hasta luego. Un " luego" muy largo. Hasta después de la vacuna.