están muertos

Mis poemas se desangran en versos recurrentes donde la suma de las ausencias parecía que daba Amor.
Amor que quiso ser dado y se quedó ahí, a mitad de camino. Que sale como puede letra a letra, palabra a palabra, buscando diluirse en un mar de blanco sin destinatario.
Ya se están quedando sin pulso, después de todo, uno se cansa de uno también y de vivir en la melancolía.
Mejor me voy a tomar unos mates.
Siendo las 18:41 constato óbito.