El otoño se encuentra confundido en mi patio.

Desorientado no entiende que sucede.

Las mariposas retozan cuchicheando entre los rojos geranios.

Deambulan entre los ramilletes blancos de las flores del dólar.

Conversan muy serios los malvones rosas con los blancos.

La pregunta que gira como carrusel sin control.

¿Será otoño?

¡Párese una diáfana primavera en mayo!

Las margaritas muy sencillas admiran los colores que las rodean.

Ellas compiten las muy ladinas.

¿Quieren saber cual de todas es la más bella?

Para asombro de todos apareció volando un encantador intruso.

Su aparición los dejo a todos mudos.

Su voz clara retumbo en el silencio.

“Es otoño bellas señoritas”

Con su largo pico bebía el néctar de un gustoso racimo de flores blancas.

Picaflor travieso que sabes venir a visitarme.

Dejas con tu vuelo acallar las inútiles charlas.

Asombras, encantas, enamoras.

Desapareces con estilo dejándonos pasmados por tu aparición.

Azorados escapas, escurriéndote, perdiéndote.

Me dejas con las palabras atoradas en la boca.

Te pierdes mi tímida invitación.

¡Siempre apurado!

¡Donde irá usted señor?

CAL.COR