Consabido es que el lenguaje español o castellano tiene más de 80.000 palabras, que si a ello sumamos los modismos locales en otras latitudes, estos dictan, según los entendidos más de 70.000; estamos hablando de algo así como de 150.000 palabras.
Si con todo este universo de palabras se pueden relatar miles de historias y pensamientos, es loable pensar que con ellas se pueden rimar y hacer versos, relatar historias o bien contar cuentos.
Obviamente que en esta plataforma se han experimentado muchos dictando patrones, ya sea para rimar o para ordenar frases, en algunos casos para usar algunos sinónimos para acomodar mas de algún verso.
En otros casos, otros más exigentes, se preocupan de las comas, punto y comas, punto seguido. etc. etc.
Todos ellos se encaminan a “alienar” a todos los escritores, fijando solo un camino del cual nadie puede salirse y si lo hace es discriminado y vilipendiado por ello.
Yo y particularmente yo, no estoy de acuerdo ni a ser parte de ese rebaño alienado por esos expertos. Lo que tenga que decir, contar o expresar de mi pensamiento, lo haré siempre a mi entera libertad y bajo “mis cánones o patrones que me he impuesto”.
Para ello, que es casi como un ritual personal, esbozo un preámbulo para llamar la atención de quien me lee, llevándolo a un escenario así sea ficticio, para que sean parte, ya sea de un relato o de un pensamiento, que por lo general los he clasificado como una mera reflexión.
Una vez conseguido dicho objetivo, lo remato con una frase ya sea interrogante, conclusión o un acertijo, para que el lector se quede pensando sobre el tema planteado y saque sus propias conclusiones sobre el mensaje trasmitido.
Desde ya gracias a quienes me leen a mis escritos.
PD. A quien no le agrade, favor sea mas inteligente y pase de largo por mis escritos. Su opinión descalificadora me quedará como ridícula.
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