Who can be now parte 30

Jacobo le pidió a Isabel entrar a ver a Óscar, petición que no le fue negada. Había actuado mal, pero tenía el derecho de ver a su hijo.
-¿cómo te sientes? – le preguntó Isabel.
-mucho mejor, es como tener una nueva vida ¿y Gustavo?
-está trabajando. Pero no ha dejado de hablar para saber cómo estas.
-es tan lindo conmigo.
-está enamorado de ti – le respondió Isabel.
-todos evaden mi pregunta ¿quién donó el riñón?
-yo hijo – dijo Jacobo.
-¿papá? – Óscar estaba sorprendido de ver a su padre en casa.
-los dejo solos – Isabel se levantó de la cama y se fue del cuarto.
-¿me puedo sentar? –preguntó Jacobo. Óscar movió los hombros – desperté de mi sueño, pensando que serias un joven sano y bueno.
-no soy sano, pero soy bueno, que sea gay no me hace malo. De verdad agradezco tu donación, pero si me vas juzgar te pido que te retires.
-no hijo, escúchame.
-estoy cansado.
-está bien – Jacobo se levantó de la cama y se dirigió a la puerta.
-Si quieres hablar puedes venir otro día.
Por la noche Óscar estaba en su cama y Gustavo en otra recamara para no molestarlo. Oscar tomó su cobija y su almohada.
-tengo frio – dijo Óscar en la puerta de la recama.
-cariño, pásate.
-me dejaste solo – Oscar entró al cuarto.
-no quería molestarte.
-¿puedo? – le pedía dormir en su cama.
-claro también es tu casa.
Se recostó junto a Gustavo.
- ¿qué te pasa?
-en la mañana estuvo aquí mi papá.
- ¿cómo? ¿Qué te dijo?
-me dijo que está arrepentido, pero sigue con sus complejos y le pedí que se fuera. Tu mamá habló largo y tendido con él.
- ¿y tú que piensas?
-no sé si quiero perdonarlo, me humilló, me donó un riñón y ahora quiere mi perdón.
-lo sé amor, es tu decisión. Por el momento debes descansar.
Continuara…