¿Y este mayo,
qué tiene de bueno?

¿Las colas innecesarias,
queriendo agasajarte?

¿Acaso obligas a tus hijos
a obsequios perturbados
en estos trances turbulentos?

Ellos no saben...
que no necesitas ni descansos.
Más que un abrazo puro
y el beso infante ahora adulto.

¿Dónde están tus manos, ahora?
Sé que aun piensan en trabajo.
y aunque desafiando al contagio,
te pierdes en el bullicio
que se dibuja con rostros coloridos
zigzagueando los cuerpos
casi casi, peregrinos...

Como si tuvieras descanso
en estos días de encierro...

Ni qué decir,
de tu espacio sin cerrojo
con el hijo a la espalda
sin techo amontonada
cargarás tu trajín
caminado caminando,
caminando hacia la nada...

Como si no supiera,
que siempre estuviste arrinconada
con el tapaboca invisible,
abnegada de los hijos a veces ingratos
o del marido cojonudo y ahombrado,
más aun en estos tiempos
de labores sin descanso y sin retorno.

¿Acaso creerán
que solo sabes estirar la mano,
esperando migajas?
Se equivocan...
No pisarán tu dignidad,
esa que no se usa con mascarillas
ni con trajes ahora blancos.

Porque sé, que seguirás viviendo,
aunque muerta...
Con tus pasos de paciencia infinita
construyendo la vida cada día
aunque nosotros aún...
no sepamos valorarlo,
ni en este mes, ni en la vida entera.




.................................Gabo...