Te soy infiel por las noches, cuando te demoras, cuando no llegas y cuando te vas a beber y no me llevas. Solo con él te soy infiel, es tan lindo, tan trasparente. Le dejo ver mi cabello, mi cara, mi cuerpo desnudo y mi vagina. Yo me derrito de deseo cuando estamos frente a frente. Luego lo llevo a mi cama para contemplarme en sus ojos. Me acuesto con él hasta la madrugada en que tú llegas con ese tufillo de licor y cigarrillo. Entonces te doy la espalda porque no es justo que vengas a poseerme en esas condiciones, máxime que ya me ha poseído. El hombre encontró esta carta escrita por su mujer después de hurgar en todas partes y al instante dijo:

-Cuando llegue esa zorra apenas la vea la mato. Lo más seguro es que ahorita mismo debe estar traicionándome con ese desgraciado.

Y en efecto, ella estaba con él en la cama. El Nunca la abandonaba y ella tampoco. Al otro día regresaría a su casa. Antes de viajar compró unos souvenires a Tomas quien la había llamado furioso. Ella no se explicó por qué su marido estaba furioso. El vuelo en que ella venía salió del aeropuerto de Barajas y llegó sin novedad al aeropuerto del Dorado, Bogotá, Colombia. Tomas fue a recibirla y apenas ella llegó donde la esperaba, le dijo:

-En la casa hablamos

Tomaron un taxi y a la hora llegaron a casa. Sin mediar palabra el hombre sacó la pistola y le pegó cinco tiros en la cabeza. La mujer murió de inmediato. Tomás, a pesar de verla muerta la maldijo. Luego volvió a leer la historia completa y se dio cuenta que con quien lo engañaba era con el espejo. Llamo a la policía y apenas la vio llegar se disparó en la cabeza. La sangre salpicó un espejo de murano que estaba en la sala, en la cama encontraron bajo la almohada un espejo pequeño.

AUTOR: PEDRO MORENO MORA
@