ESAS CASAS CON ESAS COSAS…

Con muy buenos recursos económicos disponibles, este nuevo matrimonio decidió alquilar una de esas casas tan caras y exclusivas, tan extravagantes que modernamente se las llaman “inteligentes”. La estrenaron el mismo día de recién casados, como singular luna de miel, con todos los lujos que podrían darse allí.
Estas residencias son completamente herméticas al exterior y todo funciona bajo un programa computarizado. Es decir que tiene la más sofisticada tecnología digital al servicio de la mínima necesidad hogareña. El clima y la iluminación personalizada era lo más esperable; todo lo demás superaría las expectativas del más imaginativo, exigente y hasta caprichoso morador...
Esta pareja estaba muy ansiosa por la experiencia que habrían de vivir, así que apenas traspusieron la puerta, ella tocó una tecla del comando central simplemente al azar, “para probar” dijo. De pronto, las cortinas del gran ventanal que daban a un patio lateral se descorrieron y gran parte del techo insólitamente también, al mismo tiempo que las luces de ese interior disminuían su intensidad hasta crear un ámbito pletórico de intimidad y de un amor respirable en ese aire.
Esta fue la primera gran sorpresa. Nunca imaginaron quedar maravillados ante una noche tan romántica como artificiosa, que los esperaba con un cielo mostrándose estelar aunque recién fuera media mañana y a pleno sol… Todo estaba dispuesto para ser contemplado cómodamente sobre esos sillones del living, con su mejor posición regulada en “RECLINE” (apretando un botón del apoyabrazos). Así pudieron ver una luna melosa entre nubes, que con cara de buena picarona les guiñaba un ojo como imprevista y risueña bienvenida. Todo esto en tanto que, desde un “DRINK”, una luz recién encendida en intermitente, los invitaba a servirse el trago más exótico que se les ocurriera probar...
Como si esto fuera poco, en esos asientos girados ahora en “TURN”, tenían la mejor visión de ese maravilloso jardín contiguo, adecuadamente oscurecido como fundamental anexión a ese mismo ambiente. Allí, iluminadas por focos bien orientados se destacaba la espesura de voluptuosas plantas tropicales, en las que, sobre sus anchas hojas, aún brillaban como diamantes aquellas gotitas de rocío que se resistían a evaporarse sin aquel sol presente ahora…
Y para completar este cuadro, ilusión de un Paraíso en la Tierra, las aguas susurrantes de una cascada, entremezcladas con las notas suaves de una envolvente melodía traspasaban mágicamente el grueso vidrio de ese hipnótico mirador…Con esto en sus ojos y oídos, esos cuerpos fueron distendiéndose, prontos a dejarse llevar por una ineludible ensoñación sobre esos sillones, que puestos a tiempo en “BED”, se convirtieron en confortables camas según esta pronta necesidad:
Así estuvieron por un largo rato, y fue el hombre quien salió primero de ese envolvente letargo. Algo adentro le bullía, y ya con el propósito incuestionable de desatar esas pasiones muy postergadas, despabiló a su mujer...
No tenía mucho que decirle, ella también sabía que pasando una puerta los esperaba una recámara nupcial súper-especial, en la que seguramente encontrarían las propuestas eróticas más extravagantes, nacidas en este pos-modernismo que no para de innovar en todo y para todo. Entonces bastaba: “¿vamos mi amor? ¡Me entraron unas ganas!….
La respuesta rápida fue ponerse los dos en camino tomados de la mano. No obstante, este buen aprendiz de amante se detuvo a medio andar y torció el rumbo. Lo había asaltado una idea propia, que según él superaría a cualquiera de las ya programadas dentro de ese compartimiento para desprevenidos “mieleros.” Cometerían aquel pecado original como Adán y Eva, libres de vergüenza y timidez como parte de esa naturaleza que Dios les dio…
Pues sí, ya tenían ese “Jardincito del Edén” a su disposición, y anochecido a pedir de boca. Así que rápidamente persuadió a su señora esposa y ambos, dejando esas vestiduras sobrantes en el suelo, quedaron como Dios los mandó al mundo frente a ese portal que pronto se abriría. Él, con morboso suspenso, como jugando con el control, presiona la tecla “DOOR” y el mecanismo se accionó lentamente, como dilatando esa excitación que los embargaba de pies a cabeza…Con esa abertura apenas entornada, un haz de luz los encegueció y quedaron paralizados en el acto… La incertidumbre de no saber si esto era parte de una exagerada bienvenida a ese singular territorio no les permitió dar un paso más. Ahí, esas urgencias febriles que los tenían en vilo, se les enfriaron en un abrir y cerrar de ojos….Pero pasado este susto del flash se calmaron, y aquellos ánimos calientes regresaron como alma al cuerpo; entonces ya sin pensar en nada más traspusieron esa abertura... Y con qué se encontraron, con un fuerte sol de mediodía sobre una encantadora canchita de minigolf. El “Paraíso” que esperaban se había esfumado de ese lugar como una falsa ilusión...Esto fue altamente decepcionante, un shock para los dos. Y como si hubiesen pensado el propio infierno, volvieron a la puerta que ya estaba cerrada, que no se abriría sin tocar otra teclita de ese control que habían dejado sobre la ropa tirada…
Ante esta malísima circunstancia, se sentaron en un banco bajo la sombra de una galería para analizar qué había salido mal y barajar alguna posible solución…
-A ver decime: qué botón tocaste al principio - preguntó él
-Me parece uno que decía “NIGHT”.
-O.K, “Noche”, y para nosotros se hizo esa noche de adentro para afuera… entonces ya sé cómo funciona esta cosa: ese techo descorrido nos mostró un cielo con sus estrellas desde un gran plasma H.D puesto ahí. Lo supuse, era obvio, pero después vino nuestra estúpida confusión; ese jardín que vimos pudo haber sido real, pero no, fue a través de otro plasma que aparentaba ser ventana, seguramente con el paisaje o perspectiva viviente a elección del usuario. Y si me dejás suponer un poco más, ya te digo que podremos elegir que esta casa esté a orillas de un mar, a la vera de un desierto, frente a las montañas, en pleno campo, en el espacio dando la vuelta al mundo y qué sé yo, lo que se te ocurra…
--Sí, tenés razón…a elección, claro. Ahora me acuerdo en una tecla del control remoto decía “GOLF”, pero qué me iba imaginar a qué se refería…yo creí que era por alguna salsa que habría en la cocina…
-No podés ser más tontita, mi amor…
- Y vos tampoco, que te dejaste el celular en el bolsillo del pantalón por atolondrado que sos…Ya hubiésemos llamado a la Administración y este asunto estaría terminado, qué tanto joder…Y todo esto fue por querer ser más creativo que esos “genios” que inventaron estas casas con estas cosas…
-Bueno, bueno… dejémoslo acá. Si discutimos no servirá de nada, busquémosle la vuelta a este problema…
Y así siguieron los dos sentados. Rumiando la misma rabia por un rato, hasta que cada cual adoptó esa escultórica pose de “El Pensador” desnudo de Rodin, como si desde Las Bellas Artes les llegaría esa idea salvadora que necesitaban urgentemente. No les daría resultado así... El sol que a esa hora se cuela por debajo la galería, ya estaba dando sobre ese banco de cemento desde sus espaldas, calentándoles las nalgas despiadadamente. Algo que a flor de piel resulta inaguantable, así que con un salto a dúo se levantaron y corrieron hasta la sombra del árbol más cercano; irónicamente de un paraíso… En este preciso lugar puede decirse que una buena quemazón en el trasero de un hombre, reactiva su mente en el acto, haciéndola más profunda y sagaz, porque:
-A ver, ver… indaga él…Si no recuerdo mal recién dijiste: “Administración”…Sí, sí, y esto me lleva a recordar lo que dijo nuestro afable administrador en algún momento dado. Que la bendita automatización se reprograma día a día, a nuestra pura y exclusiva voluntad. Que a las cero horas se desbloquea y todo queda bajo control “Manual”… Ahí está el asunto, estamos salvados mi tontita; esa puerta tiene picaporte, así que… - dijo él, hasta que su mujer lo interrumpió.
-¿Ah, sí?, y quién aguanta hasta la medianoche acá…
-Nosotros, mi amor, nosotros, mientras nos entretenemos con algo… a mí me volvieron esas mismas ganitas que tenía adentro…No sé si te diste cuenta…
-Sí, bastante cuenta me doy, sí… pero ni loca a pleno día y afuera…
…Bueno, vamos, vamos…no seas tontita... ya estamos desnuditos y en la sombrita de un paraisito… ¿no queríamos un Paraíso?, bueno, acá lo tenemos, ¡hay que conformarse mi amor!…
¡Cuántas veces me vas a decir tontita, terminala por favor…¡Ah, y encima que me conforme!… ¡Sos un caradura! Si es por conformarse, conformate vos!… ¡Yo ahora quiero practicar un poco de golf y nada más… ¿No te parece un deporte bien exótico, super-sexy, tontito mío…Ya voy a buscar los palos y todo eso en aquel armario… Y espero que haya un buen bronceador, así me doro parejita, parejita… ¿Te traigo uno para vos?…
Este Adán no responde, aún no habla, está echado sobre el césped, tendido boca abajo con las manos cruzadas bajo la frente. Parece que llora, pero no, el primer hombre de la tierra no lloraba, gruñía, y este gruñe y bufa encima, frustrado, desalentado, abatido, vencido, resignado...
Pero esta Eva tira para deportista y habla. Habla y manda a la vez. A mitad de camino le grita:
-¡Vamos, levantate de ahí y andá buscando el hoyo, que para mí está debajo tuyo, Fijate bien, mirá, mirá…
Él ahora sí contestó escupiendo pasto: ¿Ah sí’, ¡no me digas!... ¡Yo de acá no muevo un pelo!.. ¡Arreglátelas vos con el hoyo y jugá sola, que yo me quedo mirándote y san se acabó, carajo!…