La ultima noche en la tierra
Una luz cruza la bóveda celeste a una velocidad vertiginosa. La sigo con la mirada, mientras dos aviones caza la persiguen. No creí que hubiera aviones capaces de alcanzar esa velocidad.
Revuelvo con calma el café mezclándolo con un poco de azúcar en mi taza preferida. Saco la cuchara y la pongo en la mesa sobre una servilleta. Sorbo el liquido caliente. Veo a través de la ventana, se dibuja un horizonte hermoso, diluyéndose en la postrera claridad del día… del ultimo día.
Debido al movimiento de rotación el día pasa poco a poco, dependiendo de en que lugar del mundo se esté. Ahora apreciamos la incomparable belleza de nuestra querida tierra; bosques, mares, desiertos, montañas. Todo nos fue regalado. Un obsequio que no supimos valorar.
En muchos casos la hemos destruido, al menos enfermado. Las masas inertes y manipulables no están exentas de responsabilidad. Nos dieron el libre albedrío. Hay una responsabilidad implícita.
“let´s spend the night together” de los Stones se escucha en la rockola, “Juntos esta noche”. Es curioso, la canción parece hecha para la ocasión. Tal vez sea la ultima canción que escuche. Me levanto y doy unos pasos hasta el precioso aparato reproductor de música. Data de los años sesenta del siglo pasado. Deposito una moneda en la ranura y programo la misma canción. No hay nadie mas en la cafetería. El sentido de propiedad ha perdido importancia.
Del polvo vinimos y al polvo regresaremos.
Hay gente en las iglesias, pero no mucha. La mayoría esta en sus casas, eso si rezando.
Todo comenzó con un sueño. En el cual no amanecía, no había estrellas en el cielo a pesar de la oscuridad. De repente el cielo se llenaba de luces, con movimientos caprichosos se adueñan del horizonte. Llenan el cielo. Es algo fascinante, tambien muy inquietante . De múltiples formas se mueven en todas direcciones. Se alejan, giran regresan, en una danza macabra. Nos damos cuenta de lo pequeños que somos.
¿Dónde está Dios?
El sueño fue tan recurrente, que fue motivo de atención en los noticieros. Se reproducía virtualmente el acontecimiento. Hace un año de ello. El tema nunca se agoto del todo, pues más y más gente lo seguía soñando.
El final del sueño siempre era el mismo. Dos aviones caza persiguiendo una veloz nave. Uno de ellos pierde el control y se aleja verticalmente explotando en segundos.
Lástima muchachos, se acabó su oportunidad.
Doy otro sorbo al café.
Hoy vi dos aviones caza persiguiendo una luz en el cielo. Uno de ellos exploto.
Comienza de nuevo la canción de los Rolling. Sus satánicas majestades como se les llamo en los sesenta, ponen la banda sonora de esta noche eterna.
Tengo… tenemos la certeza de que hoy será el ultimo atardecer, el ultimo crepúsculo. No tengo miedo. Solo un sentimiento de vacío. No habrá un mañana, donde pueda salir a entrenar muy temprano en mi adorada bici de montaña. Ver un par de preciosos ojos azules que me muestren el paraíso en la tierra. Oír el canto de las aves en el bosque.
Dejo la taza sobre la mesa. Me dirijo hacia la puerta, salgo y veo al poniente. Se dibuja la silueta del imponente volcán Xinantecátl.
Anocheció.
Me pongo mi casco de ciclismo. Mi mochila a mi espalda metiendo las correas por mis brazos. Enciendo la luz del faro que esta en la parte delantera sobre el manillar. Aspiro el aire puro del altiplano azteca.
Pedaleo hacia las laderas del volcán, mientras múltiples luces de colores aparecen sobre le horizonte.
al pie del volcán xinantecatl
toluca, mexico
mayo 2020
ray…
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