Tu aroma seductor me atrajo.

Supiste atraparme despertando sensaciones placenteras.

Tu estampa dejaba mucho que desear.

Al mirarte no entusiasmaba tocarte.

Tu indumentaria desprolija, machucada.

No fue capaz de alejarme de ese dulce buque.

Hipnotizada te tome con glotonería.

Mientras descartaba tus harapos desalineados.

Las papilas de mi boca se disparaban enloquecidas.

La fragancia que despedías provocaba la necesidad de atacar el sabor.

Ese sabor que mis labios añoraban.

Que ha raudales entraba por mi olfato.

El trozo que puse entre mis labios se derritió en mi boca.

Cada porción era goce cada vez más intenso.

Su néctar se deslizaba por mis dedos.

Su néctar mojaba mis labios.

“Deliciosos bocados”

Un bocado tras otro fueron los culpables.

Si ellos hicieron que mi exquisita pera se haya acabado.

Ha sido un viaje donde fui rehén de una esencia, de un olor, de un sabor.

Añoraba un trocito más.

CAL.COR