Una tarde, Carlos “Charlie” Reich, fue a visitar una exposición organizada por la Asociación de Modelos Argentinos (AMA), se trataba de un homenaje a todas las modelos femeninas asesinadas y a todos los modelos masculinos asesinados en crímenes Quesones, con fotos de todos esos modelos para que su recuerdo no se perdiera en el tiempo, la lista como sabemos de víctimas del Queso, es muy larga.
Charlie Reich se paró en medio de dos paneles de fotos, de un lado estaban las fotos de Nicole Neumann, del otro, las de Carolina “Pampita” Ardohain, dos víctimas suyas, dos mujeres que el había asesinado a balazo limpio y les había tirado un Queso, dos de muchas claro, para el resto eran quizás sus crímenes más famosos, para el solo eran dos Quesos más.
- ¡Charlie Reich! – escuchó de repente el asesino, y ante el estaba la modelo Catalina Rautenberg.
- ¡Catalina! – exclamó asombrado Charlie Reich al verla, se asombró porque la creía muerta: pensaba que ya había sido asesinada por Carlos Delfino, por ejemplo, o por Carlos Ignacio Fernández Lobbe.
¿Quién era Catalina Rautenberg? Catalina Rautenberg, top model argentina que ha trabajado por más de 15 años con algunos de los más prestigiosos diseñadores del mundo, entre los que cuentan nombres de la talla de Versace, Nina Ricci, Kenzo, Scherrer, Krizia, el chileno Rubén Campos o el español Adolfo Domínguez. Asimismo, con reconocidos talentos argentinos: Mariano Toledo, Pablo Ramírez, Martín Churba, Gino Bogani, Elsa Serrano, Laurencio Adot, Benito Fernández, Jorge Ibáñez, Víctor de Souza, entre otros.
Además, obtuvo el segundo lugar, entre más de mil aspirantes, en Proyect Runway. Reality televisivo de mayor éxito de los Estados Unidos y sin duda, el concurso de diseño más importante del mundo.
Esto dice en Internet, la modelo siguió hablando con Charlie…
- ¡Pobrecitas Nicole y Pampita, como fueron asesinadas a balazos, de una manera salvaje!
- Tuvieron suerte – dijo Charlie – a otras les cortaron la cabeza, a otras las masacraron a machetazos, algunas fueron asesinadas de más de cien puñaladas, a otras las estrangularon, a otras las asesinaron con armas ninjas, hay de todo. A estas le tocó esto, los balazos.
- No puedo creer que digas eso Charlie.
- Bueno es la realidad.
- ¿La realidad? Cuando trabajas para Dior tipo 2003 o 2004 tenías fama de tener olor a Queso en los pies, se decía que eras un “Quesón”, ja, ja, así llaman a los asesinos que mataron a todas estas compañeras.
- ¿Un Quesón? Muy divertido, bueno, mis pies huelen fuerte, si querés te los muestro.
- ¿Me estas hablando en serio Charlie?
- Por supuesto, Catalina, por supuesto, nunca miento, dale, mira, no hay nadie ahora en la exposición, tirate al piso, sácame los zapatos y las medias.
Catalina obedecio a Reich: se tiró al piso, y empezó a sacarle los zapatos a Charlie, que quedó en medias, empezó a oler las medias, chuparlas, besarlas, lamerlas, despues le sacó la media izquierda, y empezó a chuparle, lamerle, besarle y olerle el pie izquierdo descalzo, mientras que despues hizo lo mismo con el derecho. Demás esta decir que el olor a Queso de los pies de Charlie era apestante, repugnante y sofocante en todo sentido.
- Si tus pies huelen así, debes de coger muy bien – dijo Catalina.
- No lo dudes – le contestó Charlie.
A continuación Charlie se tiró encima de Catalina y cogieron de manera muy intensa, disfrutaron mucho de aquella relación, se arrastraron por el piso y las paredes, cogiendo primero encima de una foto de Nicole Neumann, y después encima de una foto de Pampita. Al terminar, los dos se vistieron, Catalina permanecía en el piso, Charlie ya estaba prolijo de vuelta.
- Que cogida, fue sensacional – dijo Catalina.
- ¿Ves esta exposición? De un lado esta Nicole Neumann, del otro lado, Pampita, ¿Sabes una cosa? Yo sé quién es el asesino de estas dos minas.
- ¿En serio? ¿Quién es el asesino?
- Carlos Alberto Reich, Charlie Reich.
- Carlos Alberto Reich, Charlie Reich – dijo Catalina - ¡Sos vos!
- Soy yo y vos vas a ser mi próxima víctima – Charlie desenfundó el revolver con silenciador, y lo sostenía con sus guantes negros, apuntó hacia Catalina, que permanecía en el piso.
- Queso – dijo Charlie mientras el primer balazo impactaba en la teta derecha de Catalina.
- Queso – dijo Charlie al efectuar el segundo balazo que impactó en la pierna izquierda de Catalina.
- Queso – dijo por tercera vez mientras el balazo impactaba en la pierna derecha de Catalina, que agonizaba por las heridas.
- Queso – dijo Charlie por cuarta vez mientras el balazo impactaba en la vagina de Catalina.
- Queso – dijo Charlie por quinta vez mientras el balazo impactaba en la teta izquierda de Catalina.
- Queso – dijo Charlie por sexta vez mientras el balazo impactaba en el estómago de Catalina.
- Queso – dijo Charlie por séptima vez mientras el balazo impactaba en el cuello de Catalina.
- Queso – dijo Charlie Reich al efectuar el octavo (y último) disparo mientras el balazo impactaba en el craneo de Catalina, que ya estaba muerto.
- Queso – dijo Charlie Reich por novena vez, tirando el Queso sobre el cadáver de su victima.
El asesino abandonó la exposición, dicen que cuatro empleadas de limpieza, cuatro mujeres exactamente igual a María Laura Santillan, se encargaron de limpiar el cadáver y hacerlo desaparecer, una hora después del crimen la exposición se llenó de gente, la capacidad se colmó, y las Santillanas como si nada, se encargaron de armar un nuevo papel de fotos dedicado a Catalina Rautenberg. |