Basta ya, amada patria mía,
Basta ya que tu obscura fértil tierra
El carmín de las venas de tus hijos riegue.
Basta ya, de mi, primera cuna
Que el celestial azur de tu límpido domo
Opaque el gris de la pólvora quemada.
Basta ya, tierra adorada
El esmeralda de tu bosque
La avaricia del hacha implacable hiera.
Basta ya, madre amorosa
Que la sutil melodía de tu madera
la estridencia del bronce dasalmado ofenda.
Basta ya, primer sendero de mi paso
Que la canción de tus poetas
En eterna queja se desgarre.
Basta ya, original aurora de mi vida
Que tu piel de café y miel de caña
la extranjera albura estúpida desdeñe.
Basta ya, terruño, madre, patria
Basta ya de sufrir,
Basta ya de gemir,
Basta ya de llorar,
Basta ya de implorar, crujir, sangrar.
Si de colores pletórica estás: luce.
Si tu garganta es sonora: canta.
Si en tus hijos sobra materia gris: razona.
Si hay ardor en tus entrañas fructifica.
Si eres joven, fuerte, muscular: trabaja.
Bástate por ti misma, Guatemala,
Con tu fresco humor de siempre: r’e,
Si las aguas son obscuras y profundas: nada.
Si es implacable el ciclón que te amenaza: vuela.
Que el corazón nos llene Miguel Angel
Y Rigoberta de orgullo que desborda,
Que despiadada burla en tus labios muera.
Tierra querida, destello de quetzal, mi Guatemala
Goza tu libertad ¡Por Dios! Y vive, ¡VIVE!
(Escrito en 1993)
(Miguel Angel Asturias y Rigoberta Menchú ganadores del Premio Nobel por Literstura Y Paz, respectivamente).
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