DE FUERTES ENTREDICHOS…

Apenas reconocí a esa chica sentí que “el mundo es un pañuelo”. Yo ya le había “echado el ojo” en un viaje a España, y se me escapó “como agua entre las manos” en el Aeropuerto de Barajas. Y ya vuelto a mi país, verla en Ezeiza, fue “como encontrar una aguja en un pajar”. “Me cayó del cielo”, pensé, pero esta vez no la dejaría ir como “quién no quiere la cosa”, esta galleguita estaba buenísima, como “para chuparse los dedos”. Entonces, sin dudarlo un minuto, ya que “el que no arriesga no gana”, “le largué los galgos” enseguida… Ella me había visto primero y se me estaba “haciendo perdiz” entre la gente, y ahí nomás le dije a boca cerrada; “agarrate Catalina” que de esta no te me salvás”. No iba a “perder como en la guerra” sin ir al ataque primero, así que decididamente la encaré…
No se llamaba Catalina, pero en principio “me llevó el apunte” y yo “era Gardel” ganándomela. Estaba “más contento que perro con dos colas”, pero lamentablemente este asunto “duró lo que un carnaval”. Éramos “como el agua y el aceite” y no nos poníamos de acuerdo “ni para ir a la esquina y ver si llueve”. Fue una lástima, yo estaba “hasta las manos” con ella, pero después de varias citas sin lograr nada íntimo, esta relación se puso más “fría que agua de pozo” y tan difícil de sobrellevar “como recular en sandalia”. Nuestras charlas eran tan aburridas “como chupar un clavo”, no tenían “ni ton ni son”. Entonces un día, “con todos los pájaros volados” y más “caliente que panza de parrillero”, con esta mujer que tenía “más vueltas que un carrusel” dejaría de seguir intentando “sacar la sortija” con una habilidad que yo no tenía “ni por las tapas”. “Pararía la mano” “en seco”, “cortaría por lo sano” “y si te he visto no me acuerdo”, ya está…
Sí, sí, terminaría con esta relación tan ´inútil como bocina de avión”. Yo ya “no tenía más hilo en el carretel” para continuar insistiendo y ya me sentía “como un bicho raro” a su lado…Pero sin “jugarme la última carta” no sería… Así fue que “sin decir agua va” le tiré la consabida propuesta amorosa (“a buen entendedor pocas palabras”)…Pero para qué, si yo ya sabía que “por la boca muere el pez”, y esta mina, que no era ninguna “caída del catre” apenas se lo sugerí lo “agarró para el lado de los tomates” y “se levantó como leche hervida” diciéndome:
¿Pero qué se cree Usted, atrevido…Esto es muy apresurado, que recién nos conocemos, que tengo que consultarlo con la almohada, y toda esa perorata de “patear la pelota para adelante”, de “bicicletearme el asunto” a más no poder. Y a mí eso me “cayó como un balde de agua fría”, bastante paciencia le estaba teniendo…Entonces se me dará el día en que “llueva para arriba” o que “el chancho vuele”, me dije “como tirando la toalla”. En conclusión; a lo mío siempre le buscaba “la quinta pata al gato” o “un pelo al huevo”…
Es que ya hacía más un mes que salíamos “al divino botón”, y como ella no era de tutear a nadie, yo no la podía putear como me saldría alguna vez. O sea que debía soportarla “calladito la boca”, como “mordiendo el freno” tal cual era; “lenta como una tortuga”... Y yo no estaba acostumbrado a “ser un cero a la izquierda”, que me miren “como sapo de otro pozo” cuando estoy departiendo algo muy seriamente…Nunca hablo “por boca de ganso”, porque para mí “cada cosa en su lugar” y “clara como el agua clara”. Que se entienda bien lo que digo “de primera mano”; y si no, “al pan, pan y al vino vino”, “a otra cosa mariposa” y “cada carancho a su rancho” ¡qué tanto joder!...No me gusta que me tengan “sobre ascuas” y encima “cortito como viraje de laucha”. Por eso aquella noche que nos encontramos en la misma esquina, haciendo un esfuerzo, “con cara de degollado” le pedí por favor que me dijera qué sentía por mí sinceramente”, “con la mano en el corazón”, digamos que “la verdad verdadera”, “sin pelos en la lengua”. Que se “blanquee” conmigo “a calzón quitado”, que yo no “arrugo” para nada a la hora de “sacarnos los trapitos al sol”…
Y bueno, aquí “el hilo se cortó por lo más delgado”, y esta vez fue “más rápida que una liebre” en contestar y “cantarme las cuarenta” en la cara, “sin ponerse “colorada como un tomate” y “sin que se le mueva un pelo” me largó “a boca de jarro”:
-Vea señor mío, deje de “gastar saliva” conmigo, que ya le ha salido un buen “el tiro por la culata”…Que “amor forastero se va ligero” y esto que está pidiéndome es”la gota que rebalsó el vaso”…No obstante, como “a palabras necias, oídos sordos” he de responderle que “agua que no has de beber, déjala correr”…Y por otro lado le aclaro “sin trabas ni cortapisas” que yo nunca tuve pelos en la lengua….Pero si usted sí alguna vez, ya sabrá por qué fue…. Además le diré que tampoco soy de quitarme los calzones ni otros trapitos “ni a sol ni a sombra”... Así que “a otro perro con ese hueso” que “cada maestrillo trae su librillo bajo el brazo”…Sí señorito… Vaya “ahuecando el ala” y vuele de aquí "que lo dicho, dicho está”, y nada ha “caído en saco roto”… Entonces “espéreme sentado” si quiere volverme a encontrar en este país de vivillos mal paridos, que de mi España no vuelvo aunque allá “llueva clavos de punta” ¿comprendió, o se lo tengo que “repetir como un loro”? ¡Ni que yo fuera una golfa de la gran puta madre, carajo!... ¡“Cualquiera está en su deber, de no dejarse joder”, gilipollas de mierda!
Esta mujer así de desinhibida no la conocía, “se le salió la chaveta” y me dejó “tieso como una tabla”, “duro como rulo de estatua”... Y tan mudo “como loro recién comprado”, porque en ese momento “el horno no estaba para bollos” y “en boca cerrada no entran mocas”…Es que yo ahí no estaba para “echarle más leña al fuego” ni para que este asunto “fuera de mal en peor”, porque al final, es “mejor solo que mal acompañado”. Así que “me “hice humo” enseguida, antes que me “echara como a un perro sarnoso” en plena calle…
Y por ahí me fui alejando, “perdido como turco en la neblina”, “con la cola entre las patas” y apenas “silbando bajito” por esos desolados caminos donde siempre un “Dios proveerá”