La muerte es la Madre de todos los miedos. Los miedos son Padres de todas nuestras inseguridades. Las inseguridades son nuestra sombra de la vida en un universo con este planeta odioso y vaya uno a saber cuántos planetas más si estuvieran habitados. Cosa probable en las galaxias.
Pero veamos el Planeta Tierra. Digo que es odioso pues algo o alguien lo hizo muy mal, cambiando en millones de años varias veces siempre con destrucción, destrucción y muerte, tal vez lo mejor cuando apareció vaya saber dónde y de donde los seres vertebrados, los mamíferos el primitivo ser humano.
Pero el ser humano se hace solo, dentro de otro cuerpo humano, pero sus meses de evolución no necesitan intervención de nadie. Nadie le dice tendrás una cabeza con un cerebro que guiara tus acciones, dos ojos, una boca, etc. Entonces a nadie se atribuye si nace Down, ciego, mudo o genio. Si, a la genética, que es una caja con cositas en una pieza interior de la mujer a la cual accede el hombre y deposita sus regalos.
Por eso es odioso el planeta, la soledad de los mundos y el universo que de noche con sus estrellas nos quiere asombrar y mostrarse como bello. No existe diferencia en la vida de los planetas sin razón, no actúan, nacieron hace millones de años y nadie sabe si vivirán para siempre. En eso se diferencian de los seres de este mundo. Al menos el ser humano sabe cuando nació y se apura a vivir si puede, como puede una pequeña vida en tanta inmensidad.
¿Entonces que sabemos?, que tememos lo inexorable de la finitud. Que nos hicimos en un vientre en soledad y sin arbitrio más que la genética, salimos al mundo que allí sin interés cedió un lugar, seres que nos ayudaron o no a crecer, a crecer confortables o como el mundo indiferente, con suerte duramos años o décadas. El planeta como otros pares que estallaron, o se congelaron, y como seres inertes sus vidas no conocen el temor. Y hablo del temor, debo decirlo a esta altura de mi reflexión, pues vivimos un tiempo que solo el ser humano, solo el ser humano, tiene miedo. ¿Miedo a que? Si ya lo sabía desde que comenzó a crecer que esto era por un corto tiempo viendo la inmensidad.
Yo le aconsejo a esa gente que salga y mire los universos, los soles hecho estrellas a la noche y trate de ver la paz, ellos un día también desaparecerán, no lo romántico de la noche, solo, como siempre estuvo y no se dio cuenta. Te vas un día como un día viniste sin que nadie debiera hacer nada pues no se puede cambiar el universo ni tu destino.
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