No siempre fui así, tiempos a, era como los otros, es decir "normal", acomodado al sistema, ese sistema ideado para lograr convivir en sociedad, esa sociedad que atrapa, da albergue, pero sin escrúpulos inmoviliza, obstruye el pensamiento, en una palabra: enajena.
Me desplazo sin rumbo fijo, el tiempo no es mi problema, es más, carezco de problemas, al principio me busqué a mí mismo, logré conocerme, me asombré de mis sensaciones, disfruté de mis pensamientos, cavilé sin tener miedo, y a semejanza de las hojas del otoño, supe conformarme en cualquier rincón.
El mundo que me rodea, por el momento prosigue girando, me encanta observar el cambio de las estaciones. Cada una de ellas trae aparejada una melodía, tardé en aprender el pentagrama de sus notas, ayudado por mí persistencia me convertí en un excelente oyente, deleité y comprendí el mensaje que difunden.
Nada ni nadie osa perturbar mi derrotero, por lo tanto continúo errante en mis aspiraciones.
||||||||||
©Todos los derechos reservados
|