Estar pintado.
13 de abril del año corriente 2020. A veces no se lo que digo o hago, pero me encanta quien soy.
Para dar testimonio y promover el cambio a las generaciones futuras, Plasmar los aciertos y sobresaltar errores es necesario escribir muchas veces nuestra historia para que sea confrontada y con suerte sirva esta para corrección y toma de decisiones.
Vivimos en un capitalismo destructivo donde las consecuencias del acaparamiento y egoísmo ingrato empiezan a dañar no solo a los humanos que fueron los más afectados al desarrollarse en condiciones paupérrimas de insalubridad y hambre, sino también que en el saqueo, tala, extinción de especies y todo tipo de aberrantes acciones fue contaminando el planeta hasta los lugares más profundos del océano.
Las clases sociales, dignas representantes de un capitalismo rapaz, provocaron el crimen y la inseguridad aparte de las guerras que por mala costumbre se heredaron de épocas más primitivas, Nosotros fuimos testigos de la acumulación de maldad que pudo darse a través de toda la historia y ahora, confinados a nuestros hogares podemos asomar por las cortinas para en la soledad de adoquines y terracerías se refleje el colapso ante los hechos.
Si existiera un poco de interés en algo más que no fuese la fama, poder o dinero, seguro el vecino de enfrente tomaría una foto y diría ¡Aquí mi gran amigo! ¡El vecino de enfrente!, pero como bien sabemos, a nadie interesa ni amigo ni vecino, sea por eso también pertenecemos a la era del ‘’selfie’’ o en nuestro idioma: El ego inflado.
Estamos confinados a nuestros hogares y la vida o muerte de nuestra humanidad pasó a ser números en la pizarra de intereses internacionales. No estoy seguro, pero creo que la sobrepoblación llegó a su término si a diario leemos en noticieros electrónicos por miles sobre caídos en hospitales o ante la indiferencia de gobiernos empobrecidos por la crisis. De tercer mundo les llaman, como ya dije… cosa de clases ¡Hasta las naciones tienen la suya!
Dentro de la extinción y las cosas malas de este siglo, se han desatado en diversos puntos del planeta protestas e inconformidades, pero como ya estamos acostumbrados sabremos que fueron aplacadas con algún tipo de opresión ya que así es como se administra la era de grandes tecnologías y descubrimientos científicos. Con un garrote.
Bueno, como comprenderás escribir es la única manera de hacer la guerra, propia, porque aunque estamos controlados cibernéticamente por bases de datos y somos un número conflicto o en sumisión en cada una de ellas se puede escribir un texto más o menos legible.
Vivimos en tiempos de pandemia, donde tener o no tener dinero sirve lo mismo a unos que a los otros, cualquiera puede morir por desacato. Quizás sea este tipo de mal el que nos hizo falta todo el tiempo para sensibilizarnos. Volvernos humanos nuevamente. Quizás vivir bajo amenaza nos permita valorar no solo nuestra vida, sino la de todos ¡Y nunca se sabe! Pudiera ser lo contrario y algún loco manipulador convenza a las masas a lanzarse al vacío aun en contra de la física y las matemáticas planetarias.
Son días sorprendentes no te equivoques, me tocó ver como un hombre hizo su propio cohete y se lanzó unos metros. Hacen cualquier cosa para sobresalir aunque sea muerto y es que esto de no ser nadie es como estar prohibido, enjaulado, acallado o metido en un cuadrado ¡Mírame! Estoy aquí… Casi a punto de saltar fuera, pero reprimí impulsos y tomé lápiz. También es ego lo sé. Esta condición humana que autodestruye. No alego inocencia. |