Por Jazbel Kamsky.

DE HÉROES A VILLANOS

De ser aplaudidos ayer por el ministro de salud y el presidente, Ing. Martín Vizcarra, los trabajadores de salud contagiados con Covid-19 ahora son los villanos que nadie quiere volver a ver.

Juana, enfermera de profesión, se acerca a su jefa inmediata y le refiere haber atendido a una paciente, hospitalizada actualmente, cuya prueba salió positiva: --¡Solo espero haya cumplido con el protocolo de bioseguridad! --en tono de llamada de atención le responde a secas, su gran jefa.

Después de pasar por un doloroso hisopado nasal en el área de laboratorio, recibir mensajes, algunos de compañeros preocupados, otros, la gran mayoría, criticando su labor como enfermera novicia, es enviada a una cuarentena en su domicilio.

Hace una semana que recibió una mascarilla y un par de lentes descartables, de igual forma es obligada a firmar una falsa lista de trabajadores de salud donde aceptan la recepción de equipos de protección personal diariamente.

Encerrada en su habitación, escuchando detrás de la puerta a sus menores hijos diciendo: ¿Mamita, por qué ya no juegas con nosotros?, desprotegida y frustrada a la vez, es consciente que su sueño de poder gozar de un contrato CAS posterior a la pandemia se desvanece.

Contesta a la tercera timbrada su celular, es del hospital: --Sra. Juana, le llamamos del laboratorio, su resultado de la prueba dió positivo... --sin soltar el teléfono, sigue escuchando aquella voz ahora lejana, su corazón palpita cada vez con mayor estruendo, mientras la imagen de una escena navideña en familia ocupa su mente--, aló, aló, me escucha, me escucha Sra. Juana.

Para los funcionarios de la institución de salud en la que laboró hasta hace pocos días, ya dejo de ser la heroína, el soldado que lucha en primera línea contra este letal virus, ahora es considerada como la trabajadora irresponsable, que no cumplió con el protocolo de bioseguridad y puso en riesgo a todos sus compañeros de labor, la gran villana de esta pandemia.

Los más de treinta contactos de Juana durante el tiempo que estuvo en las instalaciones del hospital: el servicio donde labora, el comedor, el transporte que compartió al regresar a su domicilio; pasarán tambien por este mismo suplicio, de ser considerados héroes ahora a quizás en pocos días volverse villanos.