UN RUIDO A LÁPIZ.
(Narrativa breve)
Por : Daniel O. Jobbel

Cuando escribes hay en el papel un ruido del lápiz. Apenas imperceptible. Un equilibrio raro entre el codo, la mano y el lápiz que en un teclado no se conoce. Lo que narro me gusta disfrutar del tacto de las hojas con las yemas de los dedos, y la sintaxis es un juego. Allí las letras maduran como frutas.
¿Qué significa madurar, eso que parece ir hacia el final?, se diría que en secreto, se envejece con tanta lentitud, ¿y en realidad marcha hacia su esplendor? Creo que sí. Amar es siempre el te amo, verbo presente y no el te aman...
Quise probar qué pasaría conmigo, me atreví, y conjugué el verbo amar en todos sus tiempos y pretéritos, y así, en la impronta supe exhalar un suspiro.
En el amor. "Puedes dispararme con tus palabras, puedes herirme con tus ojos, puedes matarme con tu odio, y aún así, como el aire, me levanto", escribía Maya Angelou, una poeta norteamericana desconocida quizás para nosotros. Y es darse ánimo, una especie de pulsión. Como el ruidito, esa pulsión es como aprietas el lápiz mismo sobre el papel y como dibujas las letras y el sentido de las mismas. ¡La felicidad existe pero no es mi culpa!
Hace mucho que no me miraba al espejo y en verdad, esta vez él fue tierno conmigo.
A todo esto sigo disfrazado de mí mismo, ignoro qué significa en realidad porque no soy lo que soy, ¿a que se parece el disfraz de mí mismo?, no encuentro figura alguna en el mirarme. ¿Entonces?
Miradas. Se sabe. Solo miradas.
Agarro una foto cualquiera. Tuya. Mia. Alguna. Y hago que tu mires. Mírala. Mírate. No dejes de mirarte. Miro tu mirada. ¿Qué querés? ¿Quién sos? No dejo de mirarte. ¿Que piden tus ojos?. Así consumo en espera la respuesta, como un cigarrillo que se apoya en el cenicero y se acaba sin haber sido pitado. Abrís más de un libro por día, Lacan, Artaud, Sartre, algunos que se me viene en mente; buscás frases que tengan la llave maestra; o una melodía justa y esa letra a medida, esa de Aute quizás, que te diga por dónde, mierda, por dónde. Un posible.
¿Y que se puede hablar de amor, entonces en esta madurez?. “Decía Buñuel que el amor es el movimiento más revolucionario de todos. El amor es la única oportunidad de demostrar de que somos libres, porque es nuestra propia elección ¿Es una concepción demasiado ingenua? Tal vez, pero es hermoso ser ingenuos. Como los niños”... Que lo parió. Tenía razón. Otra primavera es posible .
¿ Y donde pongo lo hallado? Lo tuyo y lo mio, el de ellos. Nunca juego bien esta historia del buen tipo. ¿Qué explicación merece? Nada, ni una musa. Entonces , ¿qué haríamos con un posible jubilado, barbudo y sucio, en la mitad de la calle, haciendo cola en un banco, recitando poemas a la carta y cantando una loca canción? O quizás, ¿qué pasará si suponemos a ese personaje con una larga bata que pasa a ser Gandalf?. Ese de Ian McKellen que interpreta al ilusionista más famoso de la trilogía de Peter Jackson basada en la obra de Tolkien. "El Señor de los Anillos". Como buen mago que se precie, luce una auténtica barba blanca que le confiere ese aire imponente tan palpable en su poderoso personaje. ¿Sería propenso a risas o penas? Lo digo así a boca de jarro; No lo tomes tan a la ligera, porque yo río como si tuviera minas de oro en una cloaca.
No es rechazo tampoco. El caracol no rechaza el dedo que le roza, se encoge, y es su manera de defenderse de algo. A simple vista aunque no seas un caracol; sin embargo pienso que nos parecemos.
Así que por lo tanto voy a resongar menos por lo bajo y digo con solo respirar satisfecho, cansado, tozudo, divertido, he vivido a mi modo.
Por eso aférrate a lo real. A lo capáz de ser cumplido. No te apures. Todavía hay luz para alumbrar ese encuentro. Y sobretodo tiempo.
Mientras tanto. Envejeces, paseas por los alrededores de los parques, contemplas el ombligo y algo más de las mocosas de la ciudad, que a veces te fue hostil. A cuenta del 'haber', tengo, digo, soy inmensamente dichoso de ver el sol y guardar una media luna en mis bolsillos. De una cosa convencido ¡la felicidad existe pero no es mi culpa!
A mi otro yo...-