Se agota el tiempo
y no perdona un solo instante,
no perdona nada
en su despiadada existencia.
Es un depredador
que arranca desde adentro
una esperanza
que nació para ser olvidada.
Se burla y mira
la sanguinaria escena,
mientras lo disfruta
el futuro cae herido de muerte,
trata de sobrevivir
en un lugar inhabitable,
donde no tendrá presencia,
donde no hablaran de él.
Y yo me siento
solo a observar el festín,
a mirar como tú desgana
rompe un sueño,
como mi hastío
me lleva a un lugar
donde no estarás ahí.
Texto agregado el 22-03-2020, y leído por 129
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