El invierno siempre fue y será mi estación del año favorita.
Pocos comprenden cuando trato de explicar la belleza que tienen para mí los árboles de hoja perenne contrastando con las ramas vacías de los que perdieron todo su follaje.
Me siento a gusto transitando el camino silencioso que me lleva hasta el lago. Bajo la llovizna que promete transformarse en nieve, las montañas exhiben su reinado atentas a mis pasos solitarios. El colorido invernal impregna mi retina mientras imagino una sinfonía acorde al paisaje que amo.
El invierno entrega un paisaje de tonos tranquilos que invitan al descanso y a la meditación.
Yo lo espero entusiasmada porque además trae consigo el encanto de una taza de chocolate caliente junto a un hogar encendido, y la sensación de que mamá sigue aquí, que no se fue, que solo está preparando su tarta de fresas.
Texto agregado el 22-03-2020, y leído por 169
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Lectores Opinan
05-08-2020
Genial. Me pregunto q harias en un relato largo o novela con ese poder narrativo-poético q te caracteriza aqui... Aaavedemetal
29-03-2020
Vaya, vaya. Sí que escribes bien. Felicitaciones: ***** Enrique_Orellana
23-03-2020
—Creo que debes tener la seguridad de que si en tu mano hay una taza de chocolate caliente, es por que ella nunca se ha alejado de tu lado y también el invierno es la mejor estación para que estén juntas. —Un abrazo. vicenterreramarquez
23-03-2020
No vayas por las montañas, no venga una avalanche. za-lac-fay33
22-03-2020
¡A mi sin embargo me gusta el verano, pero tu texto me movilizo! Martilu