Cuando en las mañanas brota el sol de mar
Tú ya te encuentras despierta
Abriendo las puertas de la vida de par en par
Para que los jorobados prevalezcan

Con la fuerte visión impactante de atrás
Tú aprendiste lo que es la fuerza
Dar de comer cuando no se quiere parpadear
A tus hijos, marido, aunque duela

Nunca te importó alcanzar alguna estrella
O hacerla brillar para encenderla
Pero eras tú la que aún destella
Porque llenaste de flores la tierra

Y la tierra desde el hambre creció
Mas distancia no necesita para ver sus ojos,
Ya que se educó, del sufrimiento cambió
Para que cuatro gigantes paredes le sean poco

Entiendo cuando me hablan de ti (sin conocerte)
De donde saco mis alegrías y penas
Para ver la vida a través de tu fuente
Amor para vivir y enfrentar a la gente

Hoy lamento, en el arrastre, no ver la cordillera
Al sentir de lejos el alma
Que quizás, por no saber dormir, nunca vea
Cuando me hiciste renacer de las cenizas frescas,
Querida abuela