Reflexionando.

A mis amigos de la infancia y a todos los que no conozco van estas letras, letras que solo son eso, letras y más letras que se entienden y vuelven amigable el otoño de la vida.

Lo que quiero transmitir es eso que nos venden los políticos, las naciones, los líderes mundiales y los líderes locales que siempre se alienan a todo, a todo. Siempre nos han vendido miedo, mucho miedo por todo y a todo, desde el Diablo hasta que Dios castiga el miedo siempre fue sembrado en nuestras mentes como dominio de masas y así conducir a los pueblos por donde se quiere.

Yo aprendí y la vida me lo enseño a ser un hombre de fe, un hombre que sabe que no hay respuestas, un hombre que vio durante toda la vida el hambre de los pueblos y luchó a la par de gente anónima una guerra que no gano nadie, una guerra que solo ganó la gente que provoco esa guerra.

Hoy veo a gente aterrada comprando en los supermercados todo lo que pueden y les dijeron que servía para tal o cual enfermedad, veo a gente peleándose entre sí por llegar primero a las cajas registradoras, veo a gente comprando y haciendo más ricos a los ricos…

Las grandes farmacéuticas se relamen de pensar, en los miles de millones, que les entraran por este nuevo invento que les generara todo ese capital. Cuando yo era niño existió la tuberculosis como símbolo de psicosis colectiva, después vinieron muchos males más que solo hicieron más millonarios a muchos…

¡Mientras tanto nos siguen vendiendo mucho miedo, mucho miedo!

Me reí mucho con el Y2K finalizando el año 1999 y me he reído mucho más con los miedos que les siguieron, los invito a guardar la calma, esto como todo pasará y, a esperar el próximo miedo colectivo. A la gente de fe y a los que no creemos en religiones y demás mentiras dogmáticas nos espera solo la tranquilidad.