Lamento no haber estado a tu altura ¿pero
qué aires pueden soplarle a una rata
que solo habita rincones oscuros?
Me duele haberme ido lejos
pero el río solo sigue su suerte
y el pájaro es más vuelo que nido.
No era yo tu camino
ni estábamos para un “love story”
lo nuestro fue siempre mar abierto
sin llaves ni candados
enamorados de cada uno mismo.
De tanto andar y correr
nos hicimos otoños viejos
hilando como lana los recuerdos
para hacerlos crepitar
en los incendios de nuestras desnudeces.
Y así las piernas se cansaron
el pelo se volvió cano
y un desfile interminable de calendarios
se nos pegó como sombra.
Es la hora del ahora y el ahora de la hora
cuando los botes sueltan sus dedos de los muelles
y el viento lo envuelve todo
como la madre a la cría.
Texto agregado el 06-03-2020, y leído por 68
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Lectores Opinan
07-03-2020
Que hermoso es ese amor que aunque sin amarras sigue encendido así pasen los años llevándose la belleza de la juventud.
Ese amor que no olvida nada de lo vivido,y espera que esos botes suelten sus....
Bello final*****
Un abrazo
Victoria 6236013
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