Mi Planta de Cilantro
Ya había hecho y deshecho todo lo que tenía a mi alcance, había seguido todas las recomendaciones de los foros de Internet, le había mejorado la tierra, la había abonado bien, la regaba solo con agua de lluvia pero no había caso, mi planta de cilantro no crecía.
Tiempo para dedicarle tenía. Tenía y sigo teniendo. Perdí el trabajo hace dos años ya. Hacía ocho que trabajábamos en la empresa pero a la nueva administración eso no le importó. El presidente y su equipo no dejaron lugar para nosotros en su agenda de gobierno. En campaña "Vamos juntos" nos decían, pero nunca nos dijeron a dónde, y con razón que no lo hicieron. Éramos sesenta y quedamos todos en la calle. Todavía me acuerdo de la última vez que bajamos la cortina. El local sigue en alquiler. Otro pedazo de tierra al pedo más.
Hoy le vi una hoja nueva a la planta pero es muy finita. Se parece más a una hoja de zanahoria que a una de cilantro.
Será que ya está vieja, y que como ya dio las flores, ahora solo tiene tiempo para ocuparse de que crezcan sus semillas, y pone toda su energía en ellas.
Pobre, ya no le quedan fuerzas para embellecer sus hojas o para sacar nuevas flores, pero yo quiero que rebrote, que renazca hermosa, como lo fue alguna vez. Será que en ella veo mi reflejo.
No la voy a abandonar, no voy a dejarla sola y desamparada. Sola compitiendo con la albahaca, que es gigante y que si la dejo, si no la controlo, le quita todo Sol, y me la deja sin nada. Sola frente al maíz, frente a la tomatera, que son mucho más fuertes que ella. Sola librada a la suerte peleando con los monstruos y las leyes del mercado del jardín.
No la voy a tirar a la calle como tiro el pasto los domingos. Quiero volver a verla fuerte, llena de vida. Como lucía antes en aquellas noches de Luna llena. Alzando sus ramas, soñando tocar el cielo. |