Desprendí de mis versos
palabras heridas,
junté letras rotas
y también suicidas.
He matado penas,
mientras la agonía
se ocultaba a veces
tras una ironía.
Un día se fueron
mis sueños amados
y el alivio nunca
llegó con su duelo.
Por mi mundo anduvo
la tristeza unida
a mi soledad
un día tras otro,
y hoy, un año más.
Pero como el tiempo
dicen que no existe,
yo creo que todo
siempre sigue igual.
Aunque en el espejo
ya no está tu imagen,
tu rostro en mi mente
refleja bondad.
Hay nuevos retoños
en nuestro jardín
y aunque no lo creas
(parece mentira)
he vuelto a reír.