LOS INCENDIOS FORESTALES EN EL CARDÓN
(Socotá)
En época de verano los terrenos son propensos, para que se produzcan los incendios forestales, porque las condiciones son propicias para que se reúnan los tres elementos fundamentales, para originarse, la vegetación que se reseca y sirve de combustible, el oxígeno del aire y los fuertes calores e inagotables que produce el astro rey, el sol.
Los incendios forestales son fuegos de gran magnitud que, aprovechando la resequedad de los suelos, se propagan con gran rapidez en todas las direcciones y sin control alguno, acabando a su paso con la naturaleza, no solamente con la vegetación, sino con cuanta vida animal encuentra y pueden inclusive, pasando por ríos y lagunas, como sucedió, en la vereda El Cardón del municipio de Socotá en días pasados.
Pueden originarse, por el intenso calor de la naturaleza, por la caída de un rayo, o por el descuido constante de los seres humanos, como el no apagar las hogueras o las colillas de cigarrillo, cuando terminan el paseo, o dejar botellas de vidrio tiradas en el camino o peor aún, los incendios provocados por las personas, que tienen algún interés en los terrenos.
Lo grave es que el incendio en la vereda del Cardón, a 3.600 msnm, con llamas que alcanzaron los 10 metros de altura, en el Parque Nacional Natural de Pisba, acabo con grandes extensiones de vegetación, erosionando el suelo, dificultando la absorción del agua
y muchos de los animales que viven en sus terrenos acaban por ser calcinados.
Recordemos, que este parque, es una de las principales fábricas de agua del mundo y en Colombia, le surte de este precioso líquido, a los departamentos, principalmente Boyacá, Casanare, Santander y Meta, a través de las lagunas que originan ríos como el Cómeza, Pauto, Cravosur y otros y que los llevan a los océanos, por el río Chicamocha, que desemboca al Magdalena y termina en Barranquilla en bocas de ceniza o por el río Meta, que va al Orinoco y termina en Venezuela, dejando a su paso, la posibilidad del sustento para sus rivereños, que se alimentan de la pesca o de los grandes empresarios, represando los ríos para producir energía eléctrica, como el caso del Timbo y del Prado en el río Magdalena.
Si continuamos prendiéndole fuego a los páramos, de nada valen los esfuerzos de la comunidad de Benítez o autoridades gubernamentales, para proteger la vida silvestre, que todavía se ve en este Parque, como osos, tinajos, ciervos, conejos, gallinetas, ticones etc., y más aún, se acabará el agua, no habrá producción y sin agua, ningún humano podrá vivir, así tenga toda la plata o el petróleo del mundo.
NEVERS GERMÁN OJEDA GÓMEZ
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