Elevamos plegarias
al sol a las estrellas.

Racimos de ilusiones
nos dejan mil canciones.

Un barco que regresa
un adiós que no repite.

Una perla de mar y tierra
nos regala el destino.

A veces los prejuicios
no nos dejan tranquilos.

A veces somos intransigentes
con el jardín que bordamos
sobre los campos perdidos.

Un día, una mañana veremos
un cielo pintado con los versos
de aquel poeta amigo,
que se fue dejándonos vacíos.

A pesar que de arriba
sus versos va plasmando.
Y aquí muchos poetas
los toman del camino,
mientras van evocando
al gran poeta amigo.

ALESSANDRINI MARÍA DEL ROSARIO