No es opción renunciar
después de tanta lucha,
conocerás mi terco corazón
con un espíritu fiero, indomable.

¿Qué se supone que debo hacer?
Claudicar no es mi estilo
estoy hecho de necedad
cuando persigo lo que quiero
y por ti puedo caer, sí;
pero me levanto y sacudo mis rodillas,
limpio la sangre de mi rostro
y tal vez blasfeme,
pero ahí seguiré más loco que antes.

Me enfrentare a mi mismo
de ser necesario,
eternizando mi incansable amor,
esto solo hasta que claves
un "ya no más" en mi alma;
tú sigues diciendo que no pasará.