Atravesaste mi corazón como una espada
por el silencio gris y el murmullo de hojarasca
que es hálito de tu boca
ojalá nunca hubiera mirado tus ojos color miel
abejas, zumbidos viscosos
aleteo de diminutas ideas
polen, aguijones y venenos

atravesaste mi corazón como una lanza
una vez imaginé tu cuerpo en el aire de mi voz
y mis manos al galope de tu sexo se pulverizaban
de la materia volvíamos a ser nada
y de la nada volvíamos a ser materia
te extraño colmena de mi corazón
cuando hace frío en octubre
los días se hacen angostos a mi paso
recuerdo tu cadera
irradiado calor hexagonal desde el interior

atravesaste mi corazón como una aguja
cabellos que hacen nubes de algodón de azúcar
tu rostro apacible sobre mi pecho agitado
tu hoyuelo infame de felicidad y risa
nuestro ademán de despedida
y las manos henchidas de abrazos y caricias.






Uruapan, Michoacán, México.
Colección: Inconteniblemente