No sé como ocurrió creí que nunca sucedería
pero llegó.
Como aparece el miedo
el amanecer
el olvido.
Estás en la distancia, esa que nunca encontré tan grande
la que convierte lo que siento en una interrogante:
¿Es verdad?
¿Soy yo?
Sin mirar tus ojos en los que adivino al hombre que trata de derribar el bosque que defiende mi mirada se introduce en ella,
llega hasta donde mi niñez tiembla de noche:
Donde mi adolescencia se quedó en mí y te llama.
Esa niña caprichosa que quería ganar la batalla del amor.
No he visto tus ojos ni tus manos fuertes
¡No las pienso!
No las imagino recorriendo las mías.
No te pienso echado hacia atrás riendo..
No conozco tu torso:no lo imagino largo, cruzado por el movimiento de esas aspas de tus brazos increíbles: que me envuelven como espirales.
¡No! no te imagino de terno y corbata, molesto con el cuello de la camisa, tampoco te pienso de jeans y polera: con todo el verano a tu alrededor saludándome risueño.
Porque en mí, en la mujer, has quedado incrustado al fondo de mi mente:
erguido
imponente
con ese aire de hombre pintado por el Greco.
Ahí, te repito cuánto te amo.
Porque a tí: no te lo diré
no te lo diré
no te lo diré:
Déjame repetirlo...

Victoria