No digas una palabra
si no vas a quedarte.
Estuve esperando
mil noches
con esa vela
que siempre prendo
para pensar en ti.
Derramando
sus lágrimas
febriles
sobre mi piel desnuda
que ansiaba
tan sólo una respuesta
a todas aquellas dudas
que me ahogaban.
Un salvavidas
de certeza
en plena marejada.
Cerré la puerta
pero vuelves a llamar
y es mi pecho
-haciendo eco-
el que resuena...
Cerré la puerta
y la descubro entreabierta
una vez más.
Pero no,
no digas nada
si no vas quedarte
y deja que pase
el siguiente.

https://elvirayyo.blogspot.com/2019/11/poember-12.html