Helecho que llegaste a casa como regalo por la puerta grande.

Despeinado pero tus hermosas ramas se mostraban esplendorosas.

Los primeros días te lucias encantador sobre la mesa de cristal.

Te mostrabas desinhibido, altanero , sabias que causabas admiración.

Las semanas comenzaron a pasar y vos perdías tus hojas paulatinamente.

Desanimada te observaba esperando que no te sucediera lo peor.

Con mano firme mi hermano con resolución te colgó en la soga de la ropa.

Veía correr los días tu aspecto no mejoraba.

Tus hojas se iban tornando amarillentas hasta caer desplomadas en el suelo..

Tus ramas desganadas caían sin gracia habiendo perdido su belleza.

Una tarde calurosas luego de regar tome la tijera sacando las ramas amarillas.

La poda fue intensa me mirabas muy desconfiado pero no me arrepentí.

Entre las macetas busque tierra para que compartieran contigo.

Con la pala de mano fui sacando tierra un poquito de aquí y de allá.

Luego te regué con la esperanza de verte embellecer tu estampa.

El tiempo ha corrido mientras vos fuiste recuperando tu lozanía.

Hoy te luces con orgullo inspirando suspiros de estupor.

El recuperarte es un triunfo de la naturaleza.

Las hadas mágicas han hecho posible tu futuro sea pura complacencia.

“Gozo y amor”

CAL.COR