Te propongo tomar mi mano
como tomas mi pensamiento,
tan fuerte, tanto que nunca lo dejas a solas.

Podrás saber que la vida
es un proposito con sentido,
no una obligación llena de dolor.

No te prometo llevarte
por caminos limpios de espinas,
lo que sí te prometo
es que estoy dispuesto
a cuidar tu pisada y hacer más leve tu andar,
un amor leal, carcajadas, ocurrencias,
cuidados interminables y merecidos;
además de una profunda admiración
y por sobre todo respeto.

Sabes que no soy perfecto,
sabes que me esfuerzo por no errar,
y sabes el tamaño de verdad
que encierra todo lo que digo.