Fue obsecuente a sus caricias,a su amor a medias.
Luego defendió su ausencia, casi con fidelidad perruna.
Lloró las noches hasta convertirse en salitre
hasta que un día todos los porqué se transformaron en un para qué esperarlo.
Y volvió a sonreir.
Texto agregado el 16-01-2020, y leído por 147
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Ay esas recomendaciones de mi Aleja bella y de otros tanto "no debes esperar nada de nadie" y es cierto, por eso se vuelve a sonreír. Me gustó la estructura de tu microrrelato Marcella