Pronto se cumplirán ocho meses que cambiamos de morada.

No hemos vuelto aunque los pinos se han quejado con los teros.

Las higueras indignadas han indagado nuestro paradero con las calandrias.

El rosal ha mandado bandada de gorriones buscando nuestro destino.

Se que las bellas coronas de novias florecieron en septiembre.

El ceibo con el néctar de sus rojas flores alimentaron a mis picaflores.

En estos momentos el jazmín celeste debe estar florecido a pleno.

Si lo se han pasado muchos meses no regrese.

No quiero volver se que ahí quedaron tantas vivencias.

De mis árboles se encargará la naturaleza.

El camino es hacia adelante.

Si retorno me encontraré con doña nostalgia.

Seguro que entre el jazmín paraguayo me espera la chismosa memoria.

Los recuerdos se esconden entre las ramas de los pinos.

No el paso que di me costo mucho hacerlo.

Ninguno de ellos arruinara lo que juntas hemos logrado.

Dejamos un libro escrito con miles de páginas.

Un sin fin de fotos a colores, las más antiguas de blanco y negro.

Carreras de pies pequeños.

Risas, gritos, llantos, abrazos, despedidas, encuentros.

El patrimonio vivido son experiencias de ese lugar.

¿Tal vez, quizás, no lo se?

¡Un día retornaremos!

“Cuando estemos preparadas”

Al pequeño mundo que dejamos atrás.

CAL.COR