Algo me desvela esta noche negra por dentro y por fuera, me inquieta pensar que el hombre, como ser humano, entrena a sus pares para toda situación, pero no para algo tan sencillo, tan libre, tan espontáneamente hermoso como la muerte, paradójicamente si para matar.
Nadie sabe como afrontar la muerte, salvo el que muere y los que mueren de dolor con él. Confianza, amor, dignidad, son tan fácil de crear, tan revelables en nuestra mente que, ya por generación espontánea, nadie sabe explicar, porque a todos los seres humanos les sucede de diferente manera. Poco racionales, espontáneos, inconexos y casi estúpidos, son algunos de los actos de estos seres irracionales a veces. Como conclusión, nunca lograre ser un hombre, un ser humano, tengo su figura, sus características fundamentales que han trascendido por largos años, desde el principio del tiempo, pero, me sobra algo y a la vez me falta algo esencial. A diferencia de estos seres, yo comprendo el ver el fin de un proceso, el fin de una vida y mediante ella la salvación y creación de otras, pero esto me convierte en un ajeno, a un desconocido de la raza, extranjero tras líneas enemigas, que corre peligro por no sentir, por no saber que es eso que penetra por tu pecho y rompe tus entrañas (me han dicho) Ya que aquí corro peligro, prefiero no ser espontáneo.
Creo que al fin sé cual es mi objetivo en este mediocre planeta... es evitar que estos seres rotundamente únicos no sigan evolucionando más, ustedes, mis altos se preguntaran por qué. Me explico, a medida que fueron evolucionando, fueron perdiendo sensibilidad, adquiriendo conocimientos autodestructivos, hambrientos de poder. Vendieron su raza al mejor postor, insultaron castas y maltrataron a otros seres de “menor raciocinio”, para así sentirse indestructibles, inmortales, poderosos, solo que demostraron ser asesinos de la gallina de los huevos de oro.
El hambre de conocimiento, al igual que el de poder y el de destrucción, nunca se detienen y este apetito ensordecedor, va de la mano con el enfriamiento del alma, (razón de la naturaleza para su estancia terrenal) y lamentablemente del mundo, que ya estaba en estado critico. No se detendrá hasta lograr la devastación total. Solo la más fuerte de las razas y a la vez la más estúpida existente, morirá, y nadie le ayudara a aceptar este hecho, y por ende, destruirá todo lo logrado, partirá de cero y volverá a empezar. La no-evolución del hombre, protege su cultura, modo de vida y así mismo su propia mente destructora. El eterno cuestionamiento que existe, lo único que ha conseguido es el inmenso desplome de obras maestras de ingeniería molecular, en proceso de perfección, creaciones que solo han quedado en esbozos. Esta masa funcional, de un intelecto increíble, con poder de obrar a su antojo, pero que en este libre albedrío, prefiere auto-flagelarse, dañando a sus iguales, ante la vista de cualquiera que pueda ver con claridad, al errático ser, que aloja en esa mente retorcida y sin saber que eso en vez de engrandecerlo, lo destruye, lo pulveriza, corrompiéndolo al igual que a la sociedad en que vive.
Ya sin sentido quedo mi pregunta, y mi intención se vuelve turbia y confusa. Si impido su evolución, los salvare a un larga plazo, de su propia destrucción, llegaran a estancarse en lo mismo y a fin de cuentas terminaran destruidos igual. Y si no lo hago, tienen más posibilidades de ser destruidos en masa, que de llegar a salvarse de su inminente destrucción. Por convivir tanto tiempo con ellos, me di cuenta que, no son superiores a un perro o una lombriz, que la gran mayoría de las cosas que hacen, son hechas casi por inercia. Su sentido de razonamiento ha ido en retroceso, decae tanto como su humanidad (ya no se crea, se destruye, ya no se aprende a caminar, existen métodos más “rápidos” de llegar a los objetivos deseados) Es un mundo flojo, contaminado de problemáticas absurdas como: ¿Existe vida en otros planetas?... Para que, ¿para destruirla acaso?... ¿Por que desean saberlo? apenas están con la propia y quieren saber sobre otras por mera curiosidad, primero deben aprender de las que tienen más cerca, de algo palpable. Están tan susceptibles a que los demás tengan las respuestas a todas sus estúpidas interrogantes, que son incapaces de ver lo evidente, lo que esta frente a su nariz, lo peor es que les hace un gesto burlesco, irónico, ya que sigue incógnito para ese niño inquieto llamado hombre. Aquel niño inquieto que quiere el caramelo, el cual esta dentro del jarrón de cristal, tratando de sacarlo a como de lugar, y la única manera que encuentra para sacar el caramelo es rompiendo el jarrón, pero no sabe que rompiéndolo, claro lograra sacar el caramelo, pero ¿bajo que precio? y más, acaso sabe que si come el dulce se cortara la lengua con los fragmentos de cristal que queden, yo creo que no. El ser humano siempre ha sido dañado por sus propios actos, a mi parecer se les debe dar salvación, reformulando su mente torcida, cosa que veo poco provechosa viendo que cada vez que ha tenido intenciones de cambiar, sus impulsos, ya naturalmente violentos, lo hacen retroceder aún más, o bien, darles un final rápido y definitivo, ya que nunca han visto realmente el mundo que tienen, un mundo deseado por filántropos de todo el universo, pero de dominio de bufones, patanes y haraganes. Ya que no saben lo afortunado que son o mejor dicho que fueron (por lo que suceda después de esta misiva), me veo en la obligación moral de notificar mi ultimo informe y presentar mi respectiva renuncia, ya que creo que ese virus llamado HOMO de patologías extrañas, como lo son la violencia, fascinación morbosa por la destrucción, dentro de otros síntomas que pueden ser contagioso, he decidido quedarme a esperar... esperar el fin de la raza, que a pesar de todo me acogió, pero nunca me mostró realmente si era verdad lo que decían sentir.
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