Acá estoy, sólo, rodeado de tanta gente,
sigo cómo vine al mundo, desnudo sin nada, sólo con
mi piel.
Caminando por ésta triste y gris ciudad sin amor, sin
compasión. Dónde todo es ficticio, nada es real, todos
viven de apariencias.
Yo sigo desnudo caminando por la calle de la vida sin
que nadie pueda oírme o verme. Soy sólo un fantasma.
Ellos pasan junto a mí con sus ropas pesadas y sus
caras sin expresión.
Triste mi ciudad... triste cómo la vida de sus habitantes.
Mis descalzos píes nunca se detienen, a veces
sangran y duelen, pero sigo...
Y así camino sólo por esta puta urbe llena de nada.
Dónde nadie se parece a mi.
Y yo camino y camino, mientras espero encontrarte a
vos que también estás descalza y desnuda del mundo