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Inicio / Cuenteros Locales / freddy50 / Las vocales del dolor.

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Joe: Al desafiando de la terapia tuya como para dormir de corrido y así soñar casi como estar viviendo una segunda vida, pero con el consejo metodológico de tu marido (De puro leguleyo en el desenfreno del contrarestar) de idas y vueltas como sacando lustre, con los trescientos metros en acariciar una baranda apoyando la mano en el madero liso; y por tu lado, para conseguir un mismo resultado, al son de un diferente régimen, diametralmente distinto de como vos decís, que lo tuyo se logra no por frotación del lomo de una empalizada sino por virtud de sentarte durante la tarde en esos doce asientos dichosos, de riguroso por cada asiento pasar el tiempo con unos preciosos momentos de apenas pocos minutos placenteros, y así lograr, cual si el alma se cargase de póstumo cansancio, establecer por otra vía lo mismo de ese dormir tan profundo de eficiencia incomparable; que de ser sincero, los he provado a todos, y aunque el tuyo requiere un procedimiento como para un jubilado, pienso que es más potente casi como tomar una caja de barbitúricos, que finalmente es lo que preferiría hacer, clavarme una pastilla al crepúsculo y a otra cosa mariposa; pero adonde pretendo llegar con esta presentación memorativa es a esa sentencia final tan rimbombante, donde como respuestas a la pregunta de que pasa si uno se sienta más veces que doce, donde allí aseguras que a los cuatrocientos asientos de sentarte de corrido de seguro te desmaterializarás cristiano del aquí primero, y luego de un pasaje por el más allá, enseguida volverás a retornar judío compadre a los pocos metros o kilómetros; que mira tu como me sirve de ejemplo de ilustrar lo mío importante de decir, en cuanto a esa dimensión ideal de donde venimos sin trauma, que de ser así perfectamente podemos demostrar haber otra realidad inmaterial de solamente imágenes, de donde seres vivos hayan venido desde donde nunca más han podido regresar; porqué ese dios yhvh de allí, en los comienzos, los puso aquí con la misión de crear un pueblo, dedicado para él, entre otras cosas resultando que al pronunciar los sonidos de las vocales, fueron irrumpiendo, el gozo cual enredadera, y el dolor cual llamado de antención de tener que comportarse de una determinada manera; y por estos diferentes sentimientos nuevos, todas las criaturas de solo ser imágenes se trastocaron tanto hasta hacerse por demás concretos cual el metal, de carne hueso y pellejo, en la misión de educadamente conquistar la estepa.
Que se yo, mirá, porque no creo en nada de nada de toda esta paparruchada del reconocimiento, aparte, entre tanto despropósito mundano, quisiera por favor princesa mía no me vayas a pedir pronunciar discurso alguno en favor del ahora delgado ángelito escandaloso, que ni por las tapas pienso ni remotamente subirme al estrado, y ahí títere, sentado en el pupitre del burrito del teniente, ruborizado de centrífuga verguenza, decir palabra en favor de ese rufián de traicionar la fé con aquello del chabacano oportunismo; con así, camuflado en el sarcasmo de la ira, de hablar engreído, decir pavadas equiparadas con los chirridos del averno, en favor de este profeta protector de tu marido, estafador y apasionado candidato a mesías de cuarta categoría. O en tal caso, muy remotamente, a lo mejor pudiera dignarme, por ahí de los por allí lejanos, en que sé yo dudando de mi reciente pasada afirmación categórica, a lo mejor podría dedicar, gustoso de gustarme hablar de quien creó las bases sólidas primeras del universo alegre, más luego de todo de los todos existentes, alguna que otra palabra referida, llámenlo como lo quieran llamar, al único y verdadero dios del universo, el único, todopoderoso, altivo, supremo, dios, a secas; y la feliz espera por la coincidencia de lo nuestro coronarse con la bendita marea, como una oreja quizás de casualidad rimbombante, más nunca causalidad perjeñada, como para coronar una dieta forzada en vida vegetativa, sospechada de paradigma milagroso por el ilógico despertar con los kilos requeridos antes del suceso lamentable; pero en definitiva la marea presentarse al momento del reconocimiento deportivo, una linda coincidencia de refrescarnos la certeza y también la confianza puesta en el señor desde hace tantísimos lustros. Pero que digo tiernizado como cordero en la leche, que ningún milagro santo puede provocar ese hombre marido tuyo becado por la curiosidad; que acaso despertó pero porque dormía de la tanta comilona, panzada de insospechable volumen y precio; pasa que la gente está aburrida y se divierte con cualquier cosa ¿Y si no, tamaño evento, como no habría de trascender al mundo? Aparte con el por allá de la demagogia, en el bosque coqueto, por gracia del cantado resultado de la elección general, un tesoro de olla popular dedicado para los sin tierra, y nosotros, desde un páramo de indiferencia, convidados de piedra, pareciendo almaceneros de alma enlodada de estanterías repletas de ideas teológicas, para un discurso sin plafón pues la marea jamás se presentará como aseguran, y si lo hiciera por cierto sería algo respetable, interesante, llamativo a medias, pues por el derretirse de los glaciares abunda la brisa fresca que convinada con el solazo van provocando tremendos vientos; y si llegase a soplar suedestada en el día de asueto allí estará la marea concreta disfrazada de león gigante; pero y si no, quien asume tamaño embole. Más si esa casualidad, ciertamente posible, al fin vieniese inoportuna, cuando esté llena la laguna y la gente vitoree, mientras los curas del recambio, empapados, pero no del papa sino de miseria, se ahogen irremediables e inspirados, a mi ya nada me importará, que si puedo, más que recupertate no deseo, solo eso, y que inclusive perezca todo mi ganado en una cantidad ilimitada que abarque el total de la sagrada familia de la reserva, que más luego de viejo total recién ahí con una pata en el cielo empezaré a tener condolencia de adorar a este camaleón miserable; una pura mentira grande como el otro pozo aquel oficiado de nuestro amor. Por eso en este apéndice de la Argentina actual que resulta ser tu marido por encima del propio Hijitus, es como recién decía tranquilo, esa parte de la biblia donde luego del génesis precisamente se empiezan a mezclar los hijos de Adán y Eva (Aparecidos adultos como gallinas que ponen huevos) y estos hijos continuaron apareándose con bestias de aspecto humano, venidos, como también los cerdos y los peces sin escamas, de bacterias del agua estancada en criaturas que evolucionan siempre, más luego apareados con esos hijos de jehova, ideales, aun etéreos de padres del cielo apenas recién creados en la recámara del edén, con un posterior traspaso sin trauma de aquella dimención inmaterial a esta dura fogata que nos pone a prueba. Y ambas corrientes de vida, todos mezclados, con igualdad de oportunidades como los de hoy día, peronistas, radicales, gorilas, y troskistas. Que se yo, mirá, porque no creo en nada de nada, de toda esta paparruchada del reconocimiento, entre tanto despropósito mundano, quisiera por favor, princesa mía, no me vayas a pedir pronunciar discurso alguno en favor del ahora delgado ángelito escandaloso, que ni empujado pienso remotamente subirme al estrado, y ahí títere, sentado en el pupitre del burrito del teniente, ruborizado de centrífuga verguenza, decir palabra en favor de ese rufián de traicionar la fé con aquello del chabacano oportunismo; con así, camuflado en el sarcasmo de la ira, de hablar engreído, decir pavadas equiparadas con los chirridos del averno, en favor de este profeta protector de tu marido, estafador y apasionado candidato a mesías de cuarta categoría. Estoy en la ruina por este hombre pero por la rareza que conyeva lo complicado previvo por gracia a las bondades de su señora. Como sea que resulte, más allá de brindar un discurso o no, para el acto de reconocimiento, apuesto y gentil caballero metido en historia extraña, exigo de ti, como para yo poder transitar sin caer en la tropezada, que antes de nada subas al estrado y en breves palabras vayas dejando bien asentado el porqué aun continúo en la comparsa de este entrevero de amores subyugado, idiota e imnotizado, con la inclusión en esta novela de enriedos, insistiendo vanamente en sufrir como propias las proezas del resucitado, con tal de permanecer con la esposa que me hubo endosado el tan idializado mismo. Y en tal caso, vos retractarte por partida doble, entonces al revés de la negativa gustoso iré a participar con una vívida fraseología incluída de palabras suculentas y sorpresivas, pero, en desvío de lo que se supondría, en funsión de un severo llamado de atención acerca de ese hombre engañador; seguramente en ese momento parado frente a mi en un podio de escarmio, donde igual iré a acceder en testimonear, pero pero pero, sobre la barbarie del pueblo en vitorear al farsante; y en tal caso diré algún discurso adosado aunque me lluevan huertas y verdulerías, relacionado a nuestro santo aguante de aguantar en el aguante, relacionado con las peripecias de soportar al expansivo con los propios dolores de jesús en la cruz. Como sea que resulte está historia particular del pleamar bendito, del trapaso del momento mío hacia lo nuevo del devenir inevitable, aun así rezonge o patalee como el pinguino sobre la nieve del asalariado, pronto me irán desplazando del prestigioso puesto de guardaparque, de cuidar la naturaleza, al justo jubilar luego de tanto rezongar con tu marido. Aunque desde luego, como es previcible de esperar, sin equivaler este baticinio a ninguna ciencia de grasitú de focas, igual a como haces tú de hecho dejándome en el pabellón de la lujuria al son del pellejo contaminado de burla, más por siempre en estos gobiernos peronistas, por la propia gravedad del sistema con el pretexto de la emergencia, de fraudolento operar, seguirá imperando la resta del restarle al mejor contribuyente para dar al que menos cobra, que seguramente con el treinta porciento de menos será la poda de mi honorario rasurada, pues para éste gobierno fernandista lo primero consistirá en sacar de las buenas jubilaciones, de los que nos hemos desgañitado el lomo sobre el calendario impaciente, para bonificar esas otras jubilaciones universales de los vagos de arrastre, donde el tiempo es siempre una primavera estancada en sol, sombra y brisa, y también las pensiones mínimas y agraciadas en general; que aunque no quiera quedaré perdiendo por todos lados y así mascullando pensamientos ezquisoides. Jugaste conmigo y usaste nuestro afecto como un fragua de crear una escapatoria, salvocanducto que ahora en la zaranda de la renovación utilizas para regresar a la misma situación del principio, odisea maldita de holocaustos con humitos que tanto te subyugaron; y en ámbos casos lo veo en tus ojos rabiosamente tornasolados de placer, y tus miembros preferidos ser una nube de algodón como la ruleta siempre clavada en el verde cero; pero yo sin coletazo alguno continúo bajo el fuego fatal de mi despilfarro afectivo, mientras tú te permites amarme sola hasta ese día de asueto y de reconocimento póstumo, desde ya haciendo sentencia desfavorable al decirlo, del preferir escapar a predicar un nuevo testamento de sin siquiera dar aliento a un posible retruque; y yo a la vez iluso de equivocarme fulero en mi amor invertido en bonos de no vale un beso, más entonces allí me verás lejano, como un hogar que ofrece una salida potable, de andar sentándome en los diferentes asientos al soñar contigo, pero del prostíbulo viejo bajo el acariciar de pezuñas esmaltadas de rojo carmensí ¿Como pude haber sido yo un protector de la naturaleza, en pleno uso de la actividad de guardapraque, y a la vez, con un rey depredador de mi propia naturaleza, enamorarme de la vecina más codiciada del planeta, colocando mi fauna de seres invalorables como sonajeros al servicio del bebote del pueblo, con luego quedando en el guiño de la derrota manejando un inevitable e inmerecido reproche? Y en el te quiero muchacha, al estar los dos pasándola tan bien, uno de golpe sé pregunta ¿Dá lo mismo entender que no entender o hablar estupideces que decir cosas ciertas, mientras tanto con tu marido en la joda de hacer saltar la banca y quedarse con todo el cariño de la comarca? Aunque por cierto, de haberte conocido primero, después cotejado ante el as de los estafadores, último en la tabla desojando la margarita quedo, siendo trapo abandonado en cucha de doña ajena. Pero justo por ello, con el rumbo preciso, redentor y vulcanizado, tengo pensado mandarme mudar al Ph mío, y aparte de tu recuerdo, cual un Noé, me llevaré algunos animalitos vivos, pájaros de muchos colores al piar de la lechuga, con Lorazo a la cabeza incluído, donde, por supuesto, tampoco haré un disfraz de él mi amigo; él sin remedio está viejito como nosotros dos y a lo mejor más que nunca necesite de mi ayuda, como para seguir aunque más no sea de cabeza gacha; y además entonces por la venganza justificable de agredir con plomo y pólvora por lo ocurrido en esta etapa de vida, sin prolegómeno y con la relajación del deberer cumplido, me iré cantando bajito, de cara al nuevo milenio que recién comienza, una con melodía de Pavarotti o bien pues una entera del Chaqueño Palavicini ¡Ilusos! Ilusos atrapados en lo referido a este milagro sesancional del resultando el tipo despertar del coma profundo, y al son del híbrido suceso el pueblo vitorear peor que con Evita, siguiendo la señora comparsa comprando mucho de este papel picado fucsia a base de maple de huevos podridos de ensueño; acto sorprendente si se lo evalúa soslayando estar la fé enquilozada, sistemáticamente vapuleada, de sucesivos instantes roídos y despedazados por el afán del agnosticismo en equiparar la reparija cual si fuéramos tonos y semitonos de una batucada, negras y corcheas de un creo en dios pero mejor me bajo del upa babucha; y del árbol que nos tapa el bosque con sus frutos prohibidos de tan siquiera probar, tenemos hoy los testimonios consagrados del azar solicitando al alma fuerzas del poder usufructuar poder de adaptación; por ende resultando en el ahora místico de golpe y porrazo renovarse la creencia en la proclamación de un personaje desviado de lo santo, iso facto considerado casi como creador coautor del ilustre mundo, quedando sin precedente posicionado en la grilla de partida primero a la par del dios único, cual si se tratase de una cocina de autor donde los ingredientes se mezclan intuitivamente, más luego cada comensal opina lo que le viene al paladar embriagado por los aderesos; entonces nos queda que el tipo se despertó, y en santiamén, a propios y ajenos nos puso de lleno sobre lo llovido del cielo incrédulo del cristianismo de Jesús, sobre lo escandaloso de tener que adorar cosa apartada de nuestro pueblo de Luján, y entonces lo bueno y lo malo entreverados, mezclados dando igual ser mal visto que bien junado, con ahora del ahora de abarcarse un traspaso gubernamental, cual coro de la catedral, para el día maldito de asueto en coletazo del sufragio general, tener que desdoblarnos en festejo donde lo más feo es lo más lindo, quedando el intruso de tu esposo, al instante de quitar la modorra, por default impreso en el friso del transitando panegírico a la par de los nuestros santos y santas, del calendario de devotos de la escuadra católica apostólica y romana; casi con dios de yapa comprando esa oferta del nuevo porvenir, a los pies del embrión nefasto, quizás ilusamente haciendo venir la marea cual si fuera un colchonero a domicilio, o como vigilante dadiboso de lo general de su sueño al particular anhelo de ofrecernos demostración milagrosa a la práctica diaria del rezar en su nombre. Por otro lado quedando claro que tampoco a mi y a vos nos servirá pemanecer vagando como toros de pamplona entre la multitud de corazones subyugados; y como se observa pragmático, aunque en océano de eróticas sensaciones, de un todo a un cero enamora de mi; de uno y otro pretendiente al desvariar con purpurina de oro en las vicisitudes del tiempo, con vos de asistente hacia la causa caprichosa avivando las llamas dentro del propio incendio de su mística propagada, con yo vendado los ojos haciéndo mover la cuna hasta caérseme la noche en la cabeza por inefable idiota. Y enseguida el caradura se despertó dando zarpazos y diciendo: Denme la sirvienta para acá; y por supuesto, trascartón, ella, la muy señorita, chocha y bien alimentada, perspicáz le lavó el cerebro conque la señora Mabel se vino conmigo, que no pudo aguantar tanto desapego en abandono transversal del destino; y él sintiendo escapársele la idea esa de sostener la historieta bajo el yugo de su argumento, enseguida arremete, y continúa dando zancos por la ciudad en busca de salchichas, diciendo esto es mío, esto es mío, ahora soy más que un creador, algo parecido a un mesías, esto es mío, esto es mío, todo es mío, mi mujer y todo. Y entonces en todas esta largas horas la santa Hortensia insistiendo con eso de que te fuistes con otro, conque tu vienes furtiva a meter tus guampas conmigo; y él cabeza hueca de nuevo insistiendo apenas conque: Quiero estar en mi casa, de paso echen a mi cuñado ocupa, no veo la hora de estar con los rinocerontes; entonces por ahí ahora escapa del tomógrafo y se apersona a nada más decir devuélvanme los rinocerontes, devuélvanme lo que es mío. Ya verás después cuando salga con el alta de los ginnes, insistirá nuevamente conque los rinocerontes le pertenecen, conque vos vuelvas para el rancho de inmediato, y así siguirá conque aquí empieza una nueva era, era donde solo serán de su pueblo los que se comporten de una determinada manera; con al final evolucionar desde pretender crear un pueblo a su manera a ser directamente el propio todopoderoso de hasta los agujeros negros. Él, tonto ilusionado en emular al universo, de recién despierto del reviente no más, pregona las coherencias sin lógica de aquel sueño obtenido cual fase de una historia real, y entonces, así dice y enseña los cursos de su sueño transitado ininterrumpidamente, que hasta a trascendido ya lo que el isber va mostrando del elegido, y de seguro ha de ser verdad sentida como cierta con la fé del repatriado, éste decir salido del alma errante; lo que dice claro y no el contenido: El sistema de este mundo es el de una hoguera estrella; pero de una manera especial es que arde su combustible robustamente formado de almas; que hasta el agua que moja es fuego, con sus peces anotados como chispas; es un fuego tan especial, que somos nosotros mismos ardiendo al compás del conjunto de otras estrellas del universo; entonces por verdad que se maneje, el aborto para la escencia divina es tarea diabólica de sofocar nuestras llamas en funsión de una justicia de los humanos; y por ello el sistema después reacciona en forma de castigar por algún lado medianamente vulnerable. Suena lindo, pero ya ves, desacompasado con los tiempos, que ni en eso la envoca el pobre.
Vaya que viento; justo al estertor de un día resuelto, un epílogo dedicado hablar de satanás el genocida hace a los árboles sacudirse como nunca, sufriedo de espasmo de capricho por un helado, en riña de vocales jugetitos de dios parecen; y no me mires con esa cara de te lo ruego, pues sin ofensa es así de correcto lo que digo, de en efecto pensar de tu marido ser el mismo diablo encarnado en una bestia peluda venida de la época de los dinosaurios. Ahora más conforme y distendido por lo que vengo diciendo, les informo como para luego no sorprenderse, que sin misericordia iré a combatir con las armas de los postergados, bajo el amparo de la verdad del légitimo amor furtivo, valedero pero paralelo de las leyes nacionales, aunque amor al fin de encomendar al cielo único donde mora la escencia pura y el esplendor. Dale comete otro pastelito que si total después hago más. Pero mientras tanto mejor termino de redondear acerca de mi postura ante este cambalache de conciderar a tu esposo como parte de una divinidad última, que por favor así no sea, más por ello, pensándolo seriamente, mejor para ese ventiocho, día de asueto, me disfrazo de hombre invisible y la paso inadvertido, desapercivido, invisible transparente imposible de restituirse en la materialidad; tenían que buscar ese día de asueto, asueto de descansar y alistar las aulas; digo para el día de la inaguración tan mentada. Además, sumado a todo, tenemos que en el manotazo de ahogado ha cazado una mariposa en la variante de seducir a la cocinera; aparte de quererte a ti en volantazo en si por las dudas la piba no le pasa bola; y ay mi dueña traicionera de fulgurante pretender traspasarme los hombros con el sarcásmo de la ambivalente ironía, no me dejes por favor al incitar de la despedida que sin ti soy otro al cual no deseo al espejo mirar menesteroso; igual me atrevo a tu pretención denegar de mi consentimiento terrenal, pues jamás te será posible conseguir escapar del jubileo con mis brazos de Hércules titán ¿Como puede ser reconocido como delicado ángel, alguién que comía y sus dientes postizos ivan a la panza entreverados con los bocados? Asi como tus doce asientos, de pasar unos momentos de ocho o diez minutos de agradable paciencia, depara sueño y ganas de soñar, o como alerta el ídolo en situ, el planeta éste es una estrella que arde de manera especial, u otra opción de ejemplo prepiza, aunque el universo material se proyecte sobre un espacio oscuro de la no existencia, donde luego dios de una, en un todo adentro nada afuera, en compulsiva colocación de la perdigonada, inocentemente pone enorme cantidad de partículas subatómicas, monumental cantidad donde finalmente se agrupan y superponen, digo y ahora si el decir será lo que subrayo como mío, yo creo que la biblia, a los trancos cortos pero seguros como los del asno, deja entrever que la mujer es la encomendada, de roles de un engranaje complicado, ideal para ser especialmente una diosa del agua, y de las lluvias luego de la consiguiente evaporación; entonces ilustro diciendo que la reina Vasti, quien debería, cual Sócrates, haber tenido mejor trascendencia, quizás tratando de evitar las inundaciones mentales hacia el pueblo de Susa a sus pies, desobedeció al rey Asuero de Persia y Media, negando su presencia a un banquete popular muy importante de allí, allá por el tercer año de su reinado; entonces por la ira del rey encolerizado y mal aconsejado, fue pues la reina Vasti de inmediato destronada, más luego de una búsqueda interesante, entre las jóvenes vírgenes del reino, renglón seguido, fue reemplazada por la carismática y bella Ester, hija de Mardoqueo; y por consiguiente el agua se les subió a la cabeza a todos los de la gran provincia, comenzando a operar los edemas cerebrales en hacer de las suyas para el lado de los tomates, sucediéndose las enormes matanzas posteriores hacia los enemigos de los judíos, en ese momento en conspiración flagrante, más luego así Ester logró establer los días Purím como una fiesta recordatoria de esta gesta asesina de reivindicar; y por esto mismo, con Cristina al poder, una pila de años después, pasará lo mismo aquí donde por el mismo motivo todos nos volveremos locos de matarnos unos a otros ¿Y ves? De analizar tanto la historia y los pormenores de la vida, de intelectualizar lo inintelectualizable, hoy nosotros mismos no quedamos enganchados en un suspenso absurdo como estancados en un imaginario religioso inexistente e impuesto por causa de la acción de tu marido; como en ético museo de tétricas graderías quedamos pues haciendo despilfarro de imágenes alejadas de las fórmulas, para ver si por ahí embocamos una sentencia potable de adjuntar para la teología nueva de éste invento de ustedes; y más luego por estar concentrados en cosa ajena, en el amázame te lo ruego para la mazmorra del placer chabacano mantener vigente, nuestra pasión involucrada hace agua por el pabilo amarrete, que al olvidar al pasado inmediato, tan bonito pero de pecado mortal por no disfrutarse enteramente, debemos empezar un ciclo amoroso nuestro desde cero cual si no hubiera ocurrido nunca nada anteriormente, cuando lo pasado fue apenas hace un segundo; y en el míralo más no me toques que prefiero la ventizca del susurro, pero aun hazlo sensual por la tregua de la lengua del cadete prisionero, queda clarísimo que lo cotidiano de otro mundo superpuesto al tramo del suéltame que soy parte de un atolladero, es el agente disolvente de la práctica necesaria establecida como la principal, pero de fortaleza ambigua la trama del presente cautivado por otros menesteres de urgencia innecesaria ¿Y pregunto, hasta cuando piensan ustedes manejarme la existencia? Como enjambre antiguo al desguase de lo nuevo, hoy insistimos en dar al vecino campeón, con apresto renovado de marital estampa, entrada libre dejando así entrar alzándose con la copa de la salud haciendo estragos en nuestra hermosa unión de hecho establecida hace un buen tiempo, girones de pedazos de un sofrito desde donde, de un manatial de alivio primero, ahora nos cae el etofado crudo sobre la frazada cuadrillé; y justo al momentos tan piola de tendones con lustre, de golpe nos queda empaquetado el romance en una conserva de pirámide. Y entonces los instantes sublimes recién olvidados por volver sobre un asunto ido, nos enriedan los efluvios de la juventud del gozar en malla de enanos sonrientes con caretas de Riquelme, bajitos cléricos haciendo mutis por la retaguardia inconformes y pesadumbrados; además por tu infalible ternura destinada al público de contado contribuyente de pronto haces renovar al innombrable en la robusta alcurnia del chau san se acabó todo, con la verdad de un sentimiento complaciente para mi desfavorable; aunque espera, que en lo absurdo del momento seremos para mañana una equis cantidad de escarmiento, después de esta noche linda de dormir con un solo ojo, vertiendo meta felicidad a los sentidos en merecida suerte, como fibra en regazos de diferentes tiempos con arena de menos en el desierto angustiante, pero de proteica experiencia para nuestro recuerdo indestructible. Y como parte de una última cena, de postre seré la frutilla de recordar así de circuncidado cual afiche de un pez en pecera sin piedras ni búrbuja, en éste conciliar la flácida armonía con la sonrisa atrapados en la pacífica paz de un presente de alcaguetear al porvenir sobre el farsante blasfemo divisor de nuestros corazones. Por otra parte, pero insistiendo sobre mi inclusión al estrado del revelado, aun así de atrapado por la locura y apartado de poder ser el rector de mi destino, aunque doblegado de tentación hacia salmos que posean mucha organicidad, igual optaré por la comunicación al servcio de la arenga; y de esto voy a decir en mi discurso, que mejor rastrear la vida hasta lograr ensalsar las cuestiones positivas primarias, de lo que luego dependeremos para permanecer estancos en el bien supremo; para luego, si se me lo permite, seguir hablando peste de tu marido además de denunciarlo por transgresor inicuo, de haberse comido un sinúmero de pobres e indefensos animales, de imposible encontrarse comprensión entre la rabia; dios no es malo, el malo fue precisamente él, un supuesto mesías quien así abrirá las puertas del mal provocando reacciones adversas y perjudiciales de la mole que es nuestro muñeco universo. Hagamos pues alianza en destruír a tu marido; porqué nuestro coloso que tiene reflejos nerviosos, también es un sistema que se va cargando de nuestra acciones, y a más apoyo que se dé o se tenga, tanto mayor será la devolución del acumulado. Con todo, está mi ánimo subrepticio al emergiendo de mis entrañas de un orar irresponsable, y al noble servicio de rascar la lata estaré tratando de hacer justicia de ir inclinando la palabra hacia un discurso de honrar la esclarecedora luz del amor, como buscando en el cielo del bien un perdón seguramente ausente, pues porque al planeta girar se mueve provocando desplazamiento del agua santa, y entonces siempre habrá mareas, nunca jamás faltarán, y entonces porqué anotarse un poroto y adosarse a dios como una garrapata, en que es una quimera querer asociar un hecho con otro, una burda casualidad al servicio de una conjetura provocante de un análisis incorrecto; pero igual al verlo convertirdo en especie de alcalde de la ciudad del paraíso me hacen mear atestado de absurdo sin mediar símbolo de prohibido. Quieren hacernos creer estarnos frente a una llave que abre las puertas del cielo y eso es terrible; esa bestia sin escamas de tu esposo no es siquiera la llave de un candado de bicicleta; pero no ignoran y aun insisten en haber encontrado un ángel ambulando por la estratósfera provocando ciertos efectos sorprendentes perfectamente ligables con la sobrenaturaleza, milagros nada efímeros sino agentes divinos operando en la vida hasta convertirla en tierra santa. La humanidad dió un gran salto al considerar la creación de todo como producto de la voluntad de una sola entidad viviente, el supremo, nuestro señor amado, impecable de considerarlo, no cual una llave sino todo el conjunto de todo más el palacio. En la vida lo mejor es ser estricto, y seguir un solo camino, ligado a la vocación para siempre repetir lo mismo sin sentir por ello agobio, y por ello quiero estar contigo pues nunca me canso de sobarte este lomazo espléndido. Pero como a ti, amo mi destino porque en él encuentro a dios en cada tramo y en la propia trama general que con tanto tino él me dedica, cual si dios me hubiera otrogado tiempo para la aversión y otro para la pugna, y otro para el desafío, y uno para el amor de hijo, más otro para el de pareja, y otro para la consolidación afectiva pero que siempre fracasa y pasa de largo; e implicado con los sentimientos en un laberinto de estrellas estoy sin poder regular mi moral hacia un lado pacífico prefiriendo alzarme de un relevante castigo que haga torcer toda esta payasada. Estoy aquejado de tristeza sobre un énclave de jaqueca, veo ser cada centímetro de nuestra pasión una lámina de lástima, circulando la lástima en tubería de galbanizado; estás enrollada como papel higiénico Mabelsita, en las garras de tu marido angurriento de pura fama mística; y trascartón unido a la sirvientita de soporte cual si perteneciera a los curas protestantes que desde luego se pueden casar; y además como corretéan sobre la cama sabes igual que rulemanes engrasados, copiados de nosotros, de nuestra pareja tambaleante, aunque no de tan temprano con los años acumulados como para la indemnización, distinto de la mano nuestra del kilometraje perfecto por gracias de un cariño sagrado de viento en popa. Y mientras tanto ellos debutan vos y yo aquí como unos pavotes dirimiendo el amor en abanico, con ese retroactivo por antiguedad que daría justicia si fuera eterno; dale que va si total que más dá, custodiando negros villeros cual si fueran ciervos blancos, mientras tanto el sagrado Luján indiferente ante mi dolor patriótico prefiere obedecer la voz del infierno si es que por milagro algún sonido sale de todo ese averno; pues que importa al mundo lo patético de un viejo solitario guardaparque, un piloto de avión con jabón del susto sin alas ni paracaídas, y lo que sucedía conmigo a la cabeza ahora son escombros platónicos de escombros de escombros; y por ello será la injustica amamantada con el correr de piedras arrojadas por un granizo aleccionador, más luego del traspaso de gobierno, con el protocolo pisoteado por la arrogancia, en vez de sonreír allí al desvarío del llorar a tendido moco sobre la garganta muda. Y lo sabes, más por ello finges incredulidad, que has jugado conmigo como una gata con la lana redonda; y de abandonarme en la primera de cambio ahora apegada a la conveniencia de lo conocido como normal para una señora tan digna, apostando por lo más complaciente y establecido como prestigioso, en esta maldita soledad de la vejez dándonos vueltas sobre la muerte en los segundos estelares preliminares de desaparecer. Pero ahora deseo permanecer incólume, y al mal posterior de la lujuria, dormir resbalando por la vida sucia con el deber de haber fornicado lo suficiente, ameritando un té profundo de tilo y tomarse el buque a vapor al seguir escarseando de nuevo. Y ya sabes Mabel lo que continúa, de morir a tus anchas luchando despierto prefiero, y veinte veces a tus faldas estócico morir antes de comer liviano; secante de tu tinta loza perfumada de codicio sé lo que mejor prefieres, y en el llavero de mi gansúa todopoderosa quisiera hacerte una tenaza conmigo de metal apretando para que seas por siempre cerradura mía; de oh meridiana exactitud de la libertad corrompida, que tan bien quisiera estar por siempre arrumbados de placer al postrado por longevos, masacrados nosotros en el desnivelado baldío de esta goma espuma calcinada, mordiendo tu piel de papiro como las ratas muerden el cartón de la heladera hasta decir todo se puede, en hacer quedar del paraíso en esta alcoba dentro un patético destino sin abrupta muchedumbre. Por dios perdoname ser el boca sucia del año, pero esta angustia no me la quedo ni me pierdo la oportunidad de tapar la audición para no escuchar pavadas; ay Mabel, angelito de los ilusos, y luego de figurarte la montaña ser disneylandia piensas y exclamas: ¿Van a mandar la marea sagrada por la cloaca que pasa por el medio de la panamericana? Tonta eres, pues como nuestro amor eso es imposible tan siquiera de concebir tamaña fantasía; tan improbable como dar ha forgar tu decisión de volver al digno rancho de aquí enfrente; pero no obstante el disparate sigues allí alegre convencida de concevir la equivocacíon como algo posible en tu discurrir de parir conejos de la fantasía en la propia galera del mago, ignorando por completo lo concerniente a las reglas y verdades técnicas de una red cloacal, asunto donde se trata de algo muy serio con tuberías que desembocan, en el mejor de los casos, en amplica planta procesadora, que purifica el agua con fines de riego; pues si la marea va por ahí donde sueñas, como yo ahora rascándome el higo frente al túnel del tiempo, nosotros todos y los inhodoros iremos a ser fuentes de llanto soltando heces por la boca y las endiduras. La acequia con la que sueñas, luego del ejercicio de los doce asientos, antiguamente eran zanjas como tus piernas de ahora sin tensionar, de convexo media caña como las olas de tu cola, con estos parajes nuestros en el medio del hollo de verter felicidad blanca y transparente; arquería mediante con la cena en la cama sobre bandeja con patas que vendría a ser nuestros puentes, con imagen de gótico panal enorme allí enclavados entre los acantilados del vientre paisaje, sistema de distribución por momento amurallado de sapiencia en la ciudad concreta; y en medio de esta explicación ilustre, tú contenta con el pocillo de café amargo frente al pozo profundo de la ignorancia flácida y extensa, esperando de la urbe la colaboración de ensalsar en bocinazos a tu marido como un mesías; y mientras tanto transitando de saliva la futura embestida de mi regazo, en favor de tus canales del drenaje de la zanja palpitante, de túnel con tuberías pulposas, irrigando todos flujo juvenil de luego transportarse por esta frente preciosa; obra de dios de gran envergadura las de tus caderas perfectas desafiando al inquieto tiempo; o bien yo cubierto de la no verguenza al decantar de los sólidos del pueblo burlándose de mi remordimiento evidente taponando la reserva de escarmio; y así con el sifón erecto de un hormigón necesario e idestructible, la derrota al final sin ilusamente pretenderlo; veace, apasionados señores, como el acero de mis lágrimas ha hecho zanja y conducto en mis mejillas, y las estaciones de bombeo un parate justo en la zona de captación de la felicidad. Solamente de bartolear la suerte podrá ocurrir de venir la marea al tiempo del reconocimiento, con el bodoque poste allí instalado a fuerza del tezón irrigado de paladas tras paladas de tierra negra oficiadas por la sirvienta amante, y ayudado el titán de topadoras municipales, claramente gastando a cuenta del raquítico presupuesto comunal, donde finalmente solamente han podido instalar unos pocos tubos de caño medianamente grandotes que risueños vienen pasando desde la catedral, atravezando el bosque hasta llegar al insigne pozo; y como corona de la reina obra, nada más que una gastada esclusa llave como para cerrar cual una canilla de pileta de lavar la ropa, la macana de la marea inundando el atrio y la plaza principal; y eso tan elogiado que se trata de la laguna sisterna modelo que me desplaza por grandilocuente monumento, es una falsedad, igual que tu desinterés de abandonarme, de ser el pozo pelado un intermedio lugar de donde luego iría el agua de la marea bajando con otro rumbo; que solamente es un proyecto de máxima trunco, alojado en la mente podrida del mesías acomodado de tu esposo, impostor, encima apoyado por ti y por los malditos políticos, ahora precionados por la urgencia de un desenlace imprevisto; pero igual no pienso jalonar la libertad del pueblo, en expresarse compinche del monóxido ese, mortal saliendo de sus chimeneas mentales, pues como no podía ser de otra manera que piensen a destajo lo que quieran o los albores del poder ser, pues ante esa obra hidráulica precaria aun la realidad irá a indicar lo contrario, mostrando ser otra chantada más de esta desligada historia de un pueblo contando volazos como algo de vital importancia, tal vez como un paliativo de los aumentos desenfranados o simplemente cual pasatiempo en ver a tu marido convertido en semidios a cuenta de una casualidad pendiente; y desafían a Cristo alli mirando desde la cruz muerto de ternura. Pues no sabes hasta donde estoy metido mejor lloro y no tanto digo; y pues ya no somos la transición del capullo en flor estoy a fondo con vos queriendo estar hasta el límite con la muerte; y se han trascocado tanto los roles que ahora la desazón gobierna mi vida peor que una peste; y no quiero meterme al sepulcro incesante caratulado como un fracasado con yagas con todo aquí tan perfectamente funcionanado. Ignacio despierto de su largo sueño me ha metido en una pesadilla donde ando vendiendo alfajores de envidia, y por momentos andando roto como la cucaracha, y definitivamente destruído con vos mandándote a mudar detrás de un hipotético acierto, tratando de evitar un nuevo matrimonio con la sivienta, conmigo corriendo detrás sin bastón y sin rueditas; créeme tampoco estamos para chapar como adolecentes intercambiando brutos besos, y la experiencia de llamarnos a meditar por estar arriesgando el preciado diamante del amor al vacilaste viejito me monto al unicornio con alas, pues ahora la cometa se paga con el corazón, y la triste consecuencia de arriesgar el parral con la vida; no podemos andar dando tanta ventaja pues pronto se acabará la friolera del tronzar la horma para hacer chipá en vez de torta frita. Maldición explícale lo sucedido, si él estaba muerto en vida tú que podidas hacer, solicítale resignación y paciencia pues se ha formado otro hogar en nosotros; y encima esta guerra fría entre China, Rusia, y EEUU está polarizando al continente y va a pulverizar mis nervios; soy minucioso pero de pronto largo cubos de penas en forma de trasatlánticos, empezando de nuevo a sentir dolores de barrenar, y el calor de la menopausia, y los escosores de la ira producto de la injusticia; mutilado de la batalla del urbano conquistador de los lustrares manzanares del paraíso voy muriendo en chancleta de hacer reír; que entre los temores de alabar al diablo, además estoy tremendamente amargado que va a gobernar de nuevo esa Cristina, cuando la que en aquel gobierno la cosa consistía en el desarrollo de gente de izquierda con sus planes sociales de mierda, asignación por hijo que lo único que logran es aumentar la población de ignorantes vagos, donde de una pensión comen cuatro y nadie trabaja, y encima bajo el resguardo de un recreo prolongado tienen tiempo de sobra para la logística de robar hasta en los semásforos, mientras el resto estamos compenetrados con la tarea del laburo; es un desgracia para el país tener de nuevo a esta patota de la cámpora, todos con el cerebro lavado de edemas, asusando a la patria desprestigiada. Y fijate que contrasentido tan inoportuno, como ese liberalísmo tan bien aplicado en Chile, con todo por fin tan bien privatizado, desembocó en tamaño conflicto de tenedores de dientes doblados peor que en la batalla de Ayacucho, y así se deciso la libertad, como el viento en el retardo del tiempo cansado de alteración del ingrato sarpullido del calor y el frio; Chile, que ha aplicado perfectamente el sistema liberal, y de las privatizaciones, ha etallado socialmente por el aumento desmedido de la tarifa del transporte, quiere decir que el sistema económico liberal está como tú de equivocado, que no ha podido premiar al buen alumno y también en nosotros hacer recaer la receta de la recesión. Y estos piojosos de la cámpora en la mistura del pragmatismo no van a querer pagar la deuda, y se van a alistar al nordeste del escremento con el presidente Maduro y esto va a ser un caos con semi guerra civil en el tapete. Aparte de lo nuestro, para mi esto del Frente de Todos gobernando, es como tener un cubito de hielo en la espalda toda. Esta crisis económica que sufre América, recorriendo como lava de remover la montaña en sus venas sulfatadas, más seguramente en las del bendito Trump, lleva con prisa de la bronca a tener que transferirnos los grande gasto de armamento imperialista, santo material costosísimo que se traslada el déficit nuestro, pues ese costo necesario de defender al continente de la acción terrorista y la de la abulia, alguien lo tiene que pagar, obvio, y quien mejor pasar esos a los precios a los países de la otan, que si es caro comprar una poxilina imagina cuanto sale mandar tropas al extranjero o tirar la bomba atómica ecológica; y encima es precisamente con esos países terrorista con los que la cámpora busca anlianza; pobre país, ahora entiendo lo de Sarmiento porque sus últimas palabras fueron ay patria mía.

Texto agregado el 26-12-2019, y leído por 61 visitantes. (0 votos)


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