EL SATELITE DEL FUTURO
Las notas de una melodía sonaban como que si el fantasma del autor de esa melodía aun estando ausente estuviese presente.
La melodía suena sin tiempo, y allí estaba Elsie, oyendo la melodía que fluye y refluye como un pensamiento que va y viene en un mismo pensamiento. Para Elsie la música es la ilusión de la imaginación y la libertad del alma.
Un toque a su puerta hizo que Elsie hiciera cesar la música y se apresuró a ver quién estaba detrás de la puerta, se sorprendió gratamente cuando vio de quien se trataba, era un eminente científico físico e inventor, que había brillado por su continua búsqueda del sonido hasta lograr con su perseverancia el esplendor de su cometido, que pasaba por esa ciudad y tuvo el gusto de visitarla, ella lo mando a pasar, estaba complacida de mirarlo de nuevo y de conocer sus avances científicos, hubo un instante en que sus miradas se atrajeron y en ese mismo instante hubo un destello en sus ojos y un recorrido por sus sentidos la hizo recordar a Beethoven, que aunque habiendo quedado sordo había compuesto una fantástica melodía, que para el mundo era un grato enigma que lo había llevado a la cima, conquistando así el mundo como compositor y genio de la música; hay magia en la música, pensaba ella. ¡Hey, hey!, te has quedado muy callada, le dijo Alexander, sacándola de sus pensamientos, disculpa, le dijo ella a Alexander que se perdía en la profundidad de su mirada, llenando el vacío del silencio con sus palabras.
Después de contarse algunas anécdotas, empezaron hablar sobre sonidos y melodías, ella le decía que el fantasmagórico sonido dentro del espacio es como un arte ilimitado creado por la misma naturaleza.
Alexander como ingeniero de sonido estaba embelesado, y le dijo; así es,Elsie, hay música en el espacio y es un misterio para los científicos exploradores de esta era que lograron escucharla y quedaron cautivados por ese enigma tan extraordinario, aunque ya anteriormente otros científicos la habían escuchado y le pusieron por nombre “Música de las esferas” también le llamaron sinfonía celestial.
Hablaban animadamente cuando el sonido del teléfono la sorprendió, se apresuró a tomarlo y en el intervalo de tiempo que le tomó en contestar, Alexander había ascendido por la escalera, y desde el último peldaño exclamó, ¡Elsie, Elsie!, en el futuro del mañana nadie se comunicará por teléfono, se comunicarán por medio de un “Satélite natural” que sorprenderá al mundo, con solo pensar lo que se quiera comunicar, las ondas del satélite recogerán la información de las ondas cerebrales y serán emitidas a su receptor y viceversa, esa será la tecnología más avanzada y natural proveniente del Universo Satelital, ¿entonces los seres humanos por medio de las ondas cerebrales con otros mundos se podrán conectar.? Preguntó Elsie toda desconcertada, si, contestó él, esto será el boom del descubrimiento de la ciencia, más no creado por ella, ¡Oh, la naturaleza es fantástica, esto será realmente asombroso¡ exclamo Elsie. Sí, el mundo sabrá que es una obra sobrenatural y no una obra creada por medio de un satélite artificial, dicho esto, Alexander desapareció misteriosamente delante de los ojos de Elsie; ella inmediatamente se asomó por una de las ventanas y pudo mirar una fantástica luz azul que atravesaba el cielo nocturno, quedando sorpresivamente embelesada.
Cuento corto de ciencia ficción por:
Maite Katiuska Moreno
24-12-2019
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