Para ser franca, no sé como carajos terminé en esta situación; lo último que recuerdo es haber acompañado a mi madre al supermercado, después de eso, oscuridad, miedo, y confusión.
Los perdigones que la policía disparaba en contra nuestra, producían terribles estruendos al estrellarse con inimaginables fuerzas con aquellos escudos de fabricación artesanal. Estas circunstanciales protecciones que usaban los opositores al gobierno dictatorial, estaban confeccionados con antenas parabólicas, trozos de tambores, señaléticas de tráfico, e incluso planchas de madera; todo serviría para resguardar la integridad física de la denominada "Primera línea".
_ ¡Levántate rápido!_ Gritó aquel muchacho ayudándome a ponerme de pie. Mi desconocido héroe cubría su identidad con una capucha, y nos protegía del fuego policial con un disco de tránsito que llevaba escrito la palabra "Pare"_ ¡Te reconozco!_ Dije exaltada, dándome cuenta que mi rostro sangraba abundantemente_ ¡Eres "Pare/man" de los Avengers Chilenos!.
Debo detenerme en esta parte del relato, para señalar que durante las protestas en Chile, algunos manifestantes se ganaron el cariño del pueblo por protestar vistiendo coloridos disfraces, estos personajes con el tiempo se han transformado en iconos revolucionarios. Algunos son; "Pare/man", demandante que usa como escudo una señalización de tránsito; "Baila Pikachu", bajo el disfraz del pokemón camina una chica que solía conducir un transporte escolar; "Estúpido y sensual Spiderman", bailarín desempleado, y uno de los primeros en disfrazarse; "Nalca/man", vendedor ambulante de nalca, planta comestible del sur del país. Se suma a estos "Avengers chilenos", el perro "negro matapacos" (mata policías), perro callejero que a principios de la década acompañaba a los universitarios en movilizaciones. Cabe señalar que la imagen de este animal es todo un símbolo contestatario, se ha visto su fotografía en levantamientos populares tan distantes como en Londres, Tokio, Suecia, y New York.
"Pare/man" detiene el sangrado de mi rostro con un mugriento pañuelo_ ¡No te desmayes que saldremos de esta!_ Dijo como si esto lo hubiese hecho miles de veces (y así era, pero en este momento no lo sabía).
El ambiente era literalmente un apocalípsis, quise preguntar que había pasado y donde carajos estaba mi madre, pero no pude articular palabras debido al alboroto ocasionados por los disparos, los chorros de agua, y las bombas lacrimógeneas.
Todo el entorno rebosaba de personas heridas_ ¡Policías hijos de puta acá hay heridos!_ Vociferó aquel chico que lanzara una molotov sobre los escudos artesanales; el cóctel inflamable explotó al caer sobre una barricada incendiándola de inmediato, instintivamente me uní a los aplausos y vítores.
Como si fuésemos un solo ente viviente, agazapados y apretados uno contra otros, comenzamos a caminar al unísono. Recordé aquellas viejas películas de batallas romanas, cuando las tropas se movilizaban detrás de un muro hecho con sus "Scutum" (escudo cilíndrico que portaban los legionarios). Marchábamos al son de un kultrun que marcaba el compás del movimiento (Kultrun; instrumento indígena de percusión, que representa la cosmovisión mapuche), y esa mañana sin desearlo, formé parte de "La primera línea"; heroica avanzada compuesta por encapuchados que luchaban contra las fuerzas de la dictadura de Sebastián Piraña.
A medida que ganábamos terreno, algunos integrantes lanzaban piedras y otros armaban barricadas a nuestro paso, muchos sangraban por los escopetazos de carabineros. Pero lo que animaba el espíritu colectivo, era ver el compromiso de aquellos voluntarios de la cruz roja que cerraban la avanzada curando y alejando lastimados.
Después de recorrer diez metros por un camino plagado de escombros, además de automóviles en llamas, manchas de sangre, y casquillos de perdigones, logramos rescatar cinco inocentes que yacían en medio del desorden, entre las victimas se encontraba mi madre. Ambos habíamos sido alcanzados por los escopetazos que la inescrupulosa policía disparaba a diestra y siniestra.
_ ¡Vamos que hay que sacar a estas personas de aquí!_ Clamó autoritario Pare/man.
Con mamá lloramos abrazadas al reencontrarnos, y protegidas por la primera línea nos alejamos en dirección contraria al conflicto.
Lo que sucedió aquel día, fue que la policía temiendo un saqueo al supermercado, y resguardando los intereses económicos de los grupos empresariales, decidió despejar las inmediaciones del lugar disparando sus escopetas sobre la multitud que se disponía a comprar. Muchos inocentes fueron alcanzados por el fuego, entre ellas mi madre y yo.
Lamentablemente una mortífera granada de gas golpeó mi rostro dejándome inconsciente y ocasionando que perdiese uno de mis ojos. Si no fuese por la primera línea, quizás hubiese perdido mucho más.
En Chile durante los últimos 60 días, 12.000 personas han sido atendidas en los servicios de urgencia por efecto de granadas y disparos.
_ 42 fallecidos.
_ 12 mujeres violadas.
_ 121 desaparecidos.
_ 357 con traumas oculares en uno o sus dos ojos.
_ 1.986 heridos por disparos de escopetas
(Fuente Amnistia DDHH internacional)
Primera línea
https://www.youtube.com/watch?v=Lc2bkQcexjU
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