Who can be now parte 13
El día esperado había llegado, para decir las cosas de frente se necesitan agallas. Y fueron las que tuvo Gustavo. Daniel había ido a visitar a Óscar.
- ¿tú eres Gustavo? preguntó Daniel.
-si. Tú debes ser el novio de Óscar.
-ex novio. Oscar es un joven increíble. Yo siempre supe que su mente estaba contigo. Hazlo feliz. Daniel dio la vuelta y se fue.
Gustavo pasó a la casa, llego al despacho, Laura le dijo que podía pasar a ver a Óscar.
Se paró en la puerta, Óscar estaba dormido, entró y se sentó en el borde de la cama. Después de admirarlo por unos minutos y tocar su rostro:
-siempre te traté mal, aunque fue una sola vez, fue suficiente. sin tener respuesta, se levantó pero las manos de Óscar tomaron el brazo de Gustavo para que no se fuera.
-espera respondió Óscar. Fue una sorpresa para Gustavo ya que estaba dormido, no era lo mismo verlo ahora despierto.
-me preocupaste y lo abrazó. Pensé que te había perdido.
-y yo pensé que no te importaba lo que pasaba conmigo. le respondió Óscar.
-tus amigos y Laura están preocupados por ti, eres realmente importante para todos, refiriéndose también a Daniel.
-si te refieres a Daniel, déjame decirte
.
- ¿qué ya no son novios? Le interrumpió Gus -lo vi y me dijo que te hiciera feliz.
Llegó Eyén para dejarle la tarea a Óscar y ayudarle en los trabajos, se encontró a Gustavo con Óscar.
-esto sí qué es una sorpresa expresó ella al ver a Gustavo sentado en la cama ¿qué haces aquí? ¿Sabes todo lo que mi amigo sufrió por tu culpa? ¡No es justo!
-Eyén cálmate, no te pongas así. Él viene en son de paz, no tienes que ser así con él le dijo Óscar desde la cama con vendas en el brazo y cabeza.
-tiene razón, creo que me voy. dijo Gustavo, dio media vuelta y salió del cuarto.
Era la primera vez que entraba a la recamara de Óscar, era cálida, tenía los muebles alrededor de la habitación alfombrada. La cama estaba debajo de la ventana, el ropero abarcaba la pared junto a la ventana, y el baño detrás de la puerta. Era una habitación que contaría muchas historias.
-fuiste muy grosera con él.
-lo pondré a prueba ¡hasta la cara te cambió!
-estoy emocionado le dijo el risueño joven.
- ¿le vas a dar una oportunidad?
-eso lo dirá el tiempo.
-¿cómo te sientes?
-bien, ya la pierna no me duele y puedo caminar, pero me da miedo caerme.
-si quieres le digo a Leo que venga ayudarte.
-mejor dime qué pasa entre ustedes, porque por poco me muero y no me entero de nada.
-el día que te fuiste, me llevó a cenar a un restante y me dijo que si no me daba cuenta de lo que sentía por mí. Cenamos y nos fuimos a un hotel.
- ¿en pocas palabras ustedes son
?
-novios. Perdón que no te dijera, pero todo esto.
-por mi está bien. Eso se veía venir. Él siempre te vio con ojos de amor, ojos que no sé si Gustavo tenga para mí.
-dale tiempo respondió Eyén, consolando a su amigo.
Continuará
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