CAMINANDO EN POSITIVO.
Son las 1:30 de la mañana e intento escribir un artículo cuyo tema central sea algún aspecto positivo en general y la verdad me cuesta céntrame en lo positivo, no soy de esas personas que se recuperan fácilmente tras un traspié en la vida.
Y opto o bien por el conformismo y la resignación (cuando era más joven) y cuando cumplí la mayoría de edad, por la lucha ante cualquier injusticia.
El ser un mal estudiante ha dejado una impronta en mí, primero de niño rebelde y antisistema que todavía conservo.
He sentido lo peor y lo mejor del ser humano, pero mi cerebro presta más atención hacia los momentos negativos que a los positivos.
La verdad es que tengo muchas virtudes y más defectos, me considero una persona fiel, inteligente (aunque no para los estudios), cariñoso, amable, más bien antipático pero me gusta hacer chistes sobre casi todo, y hay veces que hasta yo mismo me sorprendo de mi ingenio.
Y continuo a 3 días de cumplir 49 años caminando hacia el lado más positivo de mí mismo.
A veces tropiezo y caigo en la melancolía de tiempos pasados, en la incertidumbre de un futuro incierto sobre nuestro planeta, donde cada vez los desastres naturales son más frecuentes, intentando conseguir esa autonomía que me permita realizar mi vida como tengo planeada.
Pero la soledad me aterra, encontrar personas afines a ti cada vez es más difícil, y seguimos caminando, sí caminando, en positivo.