Hasta aquí, soñando parte de la vida como fábula, encantada, alucinante y saturada de sueños al andar. Magicamente, una vida pensada como estrategia de asombro e ilusión, anhelante de deseos, alegría y devoción. Fantasía histórica, que se destruye ante la falta de paz primando la inseguridad, el desasosiego y el sospechar.
Texto agregado el 19-12-2019, y leído por 81 visitantes. (1 voto)