Era martes de un día 18 de diciembre cuando vine al mundo tras un largo y penoso parto de nalgas, que determinó, por decisión de mi padre, mi condición de hija única por mor de evitar más pesares a mi madre.
- Estás viva gracias a mí , que te hice la maniobra de Mariceau- me contó siempre el enfermero avezado que ayudó al médico novato que no supo ver que venía de culo. Ese mismo practicante que por poco me quita la vida 20 años después al sacarme una muela con infección.
- La niña más bonita que vi nacer ese año, y mira que nacieron niñas- me relató el médico años después.
- Era martes. Me acuerdo porque tía Lucía estuvo esperando la empresa. Casi nevaba. ¡ Qué frío hacía! Después de todo el día con Dolores, cerca de las 12 de la noche, unos minutos antes, viniste al mundo- me contó mi madre muchas veces.
- Tus tías de la Calle Real de Arriba vinieron a verte nada más enterarse. Como venían de hacer la matanza y un poco chispas por la gloria, te pellizcaban los carrillitos y tú hacías pucheros mientras ellas se reían- me relataba la abuela, aún molesta con ellas por molestar a la " nieta de sus ojos".
Enfín , casi nevaba.Caso miércoles. Casi no nazco si no interviene el enfermero. Casi lloro por las morisquetas. Casi me llamo Esperanza. Casi Sagitario de camino a Capricornio. Pero aquí me tenéis , contenta y agradecida al día que me vio nacer, el mismo día que Walt Disney.
Cualquier día es bueno para venir al mundo. Un regalo estar aquí. Así que gracias por felicitarme pues es un milagro cumplir años pese a la tristeza que conllevan las ya notables pérdidas.