¿Quién es la esbelta criatura que aparece durante la noche bajo el umbral?
Figura majestuosa que viste de blanco con estilo de alta costura
Princesa enigmática que sinuosa se aproxima penetrando en mis sueños
Beldad irreal que despierta explosiva instintos primarios
Hechicera nocturna, siembras encantamientos cotidianos
Inauditos sortilegios de misterio y brujería
Irrompibles e invisibles son las redes que despliegas
Y que atrapan al incauto que en torno a ti circula
Cúrame, enfermera, cúrame mientras me matas
Mide mi tensión descontrolada mientras dices líquidas palabras
Mirada de fuego y esmeralda que hincas de pronto en mi mirada
Con el brillo infantil del que sabe que el amor no se aprende en las escuelas
Desfilas cual modelo esplendorosa a ritmo de latidos pasionales
Onda expansiva que incendia la imaginación de tímidos muchachos
Tu presencia natural y cercana vertiginosos arrebatos encienden
Febriles, insensatos deseos asisten tus remedios y cuidados
Libre, libre risa de muchacha, brusca como el trueno y la tormenta
Haz que mi mente vuele, eleva y derríbame con un solo gesto de tu mano
Chiquilla traviesa y eterna que confiada juegas tu palpitante partida
Captura con gracia mis flechas si giras el cuerpo en escorzo seductor
Leves y tibios martirios son los que albergas en tu pecho
Oh, infierno llameante, causa de gozo y maravilla
Maga nívea y temblorosa, ángel terrible del paraíso
Llévame adonde no hay recelo, allí donde surgen tus sueños
Danzas, danzas y danzas en lugares insospechados
Ninfa mala que baila sobre gotas de agua, piedras de río, estrellas de mar
Habitante inesperada de los rincones de mis más profundos anhelos
Deidad de sonrisa tierna y peligrosa que embota todos los sentidos
Los enredos más airados y dulces provocas sin quererlo
Desbocas caballos salvajes, inflamas el furor de los enfermos
Tus emociones desnudas, gritas tus pensamientos
Libera tu furia de azúcar, embriágame por entero
En selvas agrestes te adentras, valiente e indomable
Allí donde te encuentras tu chispa y donaire suscitan deseo
Quién se postrará a tus pies, quién adorará tu sombra
Quién trazará en el aire el contorno ondeado de tu pelo
Quién te mirará a los ojos sin temor ni pretensiones
Quién encenderá con tu fuego el fuego de su cuerpo
Quién avivará con tu aliento las brasas de su alma
Quién descansará su alegría en la la sencillez de tu regazo
|