La dulce sinfonía de la naturaleza ha comenzado,
los acordes suenan entonando encantadoras melodías,
los pajaritos entonan a coro desde sus guaridas,
se escuchan sus trinos destacándose sin estar visibles,
¿los oyes?
escucharlos es un deleite imposible de contarlo solo lo puedes vivir,
algún ladrido perdido desafina la armonía del bello momento.
Es una tarde maravillosa para compartir entre murmullos.
Es una tarde para crear entre susurros.
Es una tarde para gozar oír la lluvia caer plácidamente.
Es una tarde para el reencuentro con los más exquisitos pensamientos.
Es una tarde colmada de paz, tranquilidad, confort.
El cielo desliza de la lluvia con arrumacos, mimos, halagando la vida,
no hay agresión, ni enojos ruidos, ni destellos atemorizantes,
música afinada para deleite del que la quiera apreciar.
“vamos ven a regocijarte”
nadie que ame la vida se lo puede perder,
No has de sacar boleto.
Estarás sentado en el lugar preferencial.
Está de más vestirse de etiqueta.
Solo has de tener el talento, la habilidad, la sensibilidad,
Debe saber apreciar algo amenamente sencillo.
CAL.COR |