El silencio era ensordecedor causando una sensación extraña.

Era una hermosa tarde de primavera.

Lo que no sabía era por que todo estaba estático.

Hace diez años de aquel instante donde se percibía algo inusual.

Mis manos laboriosas estaban presurosas cambiando las ruedas de la maquina.

Flotaba en torno mio un sentimiento particular que me tenia subyugada.

Advertir la presencia de algo inusual.

A las cinco y media mi nieto interrumpió ese estado incomprensible.

El misterio se develo al enterarme de tu muerte.

Han pasado diez años en los cuales vives en mi corazón.

Aceptar tu falta no me ha sido sencillo hasta que encontré el lugar.

Cobijarte en mi interior es que seas parte de mi vida.

Es dejar de llorar tu perdida dado que siempre me acompañas.

Los años no han hecho que el cariño mengue.

Sobrellevo cada paso que doy cuidando ese cariño que no se ajee.

“No permito que se deteriore”

Que las palabras, ni las actitudes, ni los recuerdos.

Corrompan o manoseen el quererte.

Mientras ese sagrado afecto se mantenga vigente.

Podré transitar integra mi camino.

Se que el pícaro brillo de tus ojos no los volveré a ver jamas.

Soy consciente que has muerto.

Mientras tenga vida.

“Vivirás en mi”

CAL.COR