"Qué hermoso atardecer en la playa de Cadaqués. Dudo que cualquier fotógrafo pueda capaz de capturar este instante, pues el cielo y el mar se funden para dar vida a un nuevo color. Solo este cabo, me devuelve a la realidad".
De repente, a mi izquierda aparece una mesa con un árbol desnudo con un reloj de bolsillo derretido en la rama. Al lado del árbol, también hay dos relojes de bolsillo: uno al borde de la mesa, también derritiéndose y el otro cerrado con hormigas en el centro. "Nunca he visto un árbol-reloj. Me imagino  que le queda poco tiempo de vida. Por eso el reloj está deshaciéndose. Pero entonces, ¿por qué tiene otro la mesa?" Reflexionó. "Además, los relojes marcan horas diferentes. Puede significar que el tiempo no existe. Tenemos la memoria que nos permite recordar objetos, vivencias, historias, recuerdos del pasado. Las hormigas del reloj duro simbolizan que ha llegado a su final." Doy unos pasos en dirección hacia el mar pero me detengo: "No sé qué pasa, comienzo a derretir..."

  Gala le tocó el hombro a su marido para despertarlo de la siesta y anunció:
-Voy al cine con unos amigos. ¿Vienes conmigo?
-No. Tengo estómago algo revuelto. dijo Dalí.
Cuando se marchó, Dalí se incorporó del sillón. Vió en la mesa del comedor el queso de camembert blando y tuvo una revelación. Enseguida fue a su estudio pensando:
"Ya tengo un tema para pintar".